Martes, 16 de febrero de 2016. En un minúsculo lugar, reposa bajo la tierra el Tesoro Escondido de Teherán, en el que se aprecian innumerables piezas de oro, esmeraldas, diamantes, perlas, rubíes y zafiros; creando una potente colección de lujosas joyas de milenarios reyes persas, que en la actualidad constituye las joyas de la corona imperial de Irán.
Hoy día, este magnífico tesoro se encuentra en el Museo de Joyas del país, dentro de una cámara blindada del Banco Central de Irán; siendo apreciado por miles de turísticas al año, gracias al gran trabajo de los antiguos artesanos expertos en joyas de la Nación persiana. Al respecto, el director de la oficina de Moneda y Tesoro del Banco Central, Reza Shurgalltí, comentó que “esta es una colección sin parecido alguno, tanto en términos del trabajo artístico, como en esmaltes sobre oro o el tallado de piedras preciosas. Si bien, no podemos decir que es única como colección de joyas; realmente en ningún otro lugar se puede ver este enorme volumen de piedras preciosas en un museo”.
Este tesoro escondido, trae consigo diferentes joyas y artefactos de distintas dinastías de la realeza en los últimos 400 años; principalmente corresponden al período de los “Qajary” y los “Pahleví”, como símbolos emblemáticos de poder y riqueza; aunado al valor incalculable por su historia cultural, rareza y calidad.
Al ingresar en el espectacular museo, todos los visitantes se maravillan ante el diamante “Océano de Luz”; el cual forma parte de este glamoroso tesoro ancestral. También, dentro de sus joyas de lujo, se halla el “Orbe Terrestre” de 140 años de antigüedad, creado con más de 34 kilos de oro, cincuenta mil rubíes, esmeraldas, diamantes y unos cuatro kilos de piedras preciosas; todo esto para satisfacer los gustos vanidosos del Rey.
Otra de las piezas preciadas de este gran tesoro escondido, es el famoso “Trono del Pavo Real”; hecho de oro puro y con unas 26 mil gemas incrustadas en él. Las coronas de la realeza, igualmente han formado de una manera fundamental parte de estas joyas, como la del rey Mohamad.
Gracias al éxito que el museo ha obtenido durante largos años, el Gobierno iraní se ha propuesto en mejorar sus instalaciones; fortaleciendo su seguridad, ampliando sus horarios de visitas y logrando mayor receptividad de turistas. Esta galería ha hecho que el Tesoro Escondido de Teherán, siga en constante reconocimiento; adquiriendo cada vez más valor económico e histórico, ya que las joyas artesanales encontradas en él representan un enigma para el mundo.
ALFA