A través de la correcta lectura o interpretación de los arcanos del Tarot, se pueden conocer fragmentos del futuro o tener nociones de nuestro destino más inmediato. A continuación, aprenderá, de forma detallada, el significado del Arcano IV, El Emperador, con relación a su vida y futuro.
Este arcano mayor simboliza al compañero de la Gran Madre (La Emperatriz), al Gran Padre Celestial, la voluntad y el poder cósmico. Representa a los grandes dioses de la mitología griega y romana, Zeus y Júpiter. Aunque tambien se le asocia con el signo Aries, el planeta Júpiter; el elemento Tierra y la estación del otoño.
Es el genuino representante del patriarcado en su más pura concepción y esencia, en el que se fundan los valores tradicionales de la familia, la autoridad adquirida por herencia, el bienestar, la protección de sus súbditos o descendientes, el poder sólido y firme, la mano rígida que, sin debilidades ni dudas, conduce la nave hasta buen puerto.
Cuando este arcano aparece cabeza arriba, evidencia carácter fuerte, decidido, ambicioso, con ansias de protagonismo y de alcanzar el poder, la popularidad y la fama, sin inhibirse por las obligaciones y responsabilidades adquiridas. Representa la autoridad, a los influyentes, a aquellos que tienen la misión de ayudar o proteger.
Es un naipe que en líneas generales significa ayuda, favores, realizaciones, apoyo con el que se puede contar o que usted conseguirá merced a su buen hacer e impecable conducta. Representa, asimismo, la riqueza, la obtención de logros importantes (cargos o puestos de mérito), la capacidad para conquistar aquello que se ambiciona, firma de contratos importantes que le han de servir para estabilizar su futuro y dotarla de seguridades económicas.
Por lo que se refiere a lo personal, esta carta pone de manifiesto a la persona autoritaria (incluso radical e intolerante en ocasiones), indómita, ambiciosa, egoísta en extremo, muy capaz de sacrificarlo todo en aras del poder y los beneficios materiales.
Cuando este arcano aparece cabeza abajo, se perderán los apoyos que se tenían (si el naipe estaba al derecho) o no se conseguirán las ayudas deseadas. Significa también carencia de madurez y escasa voluntad, con dependencia a las bajas pasiones o ambiciones.
Hay un toque de alerta acerca de la posible pérdida de bienes, negocios o propiedades, inestabilidad en la salud, impotencia (a cualquier nivel con preponderancia del sexual), diversas inseguridades, despotismo, trifulcas, falta de armonía familiar o conyugal y tendencia a mandar y dirigir con absolutismo, injusticia y menosprecio de los que están por debajo.
En la vertiente sexual, indica fuerte atracción por las emociones lúbrico-mundanas, el boato, una vida social espectacular, romances de corta duración y aventuras plácidas en las que el sexo tiene un papel de mayor importancia que los sentimientos y el amor.
Es el simbolismo antonomástico de la virilidad, del culto fálico, del buscador de nuevas y excitantes circunstancias. Si bien no cometerá el error de sacrificar nada de lo que le ha costado conseguir: matrimonio, familia, bienestar laboral, entre otros… a cambio de un poco de placer y sexo.
Así que no se preocupe si El Emperador está en su tirada, debido a que normalmente se trata de una carta positiva para su vida en la mayoría de los aspectos. Además, este naipe es el eterno amante del dinero, del poder, la influencia y del bello sexo. Sin embargo, casi nunca se supeditará a una aventura, por intensa que sea, que no esté acorde con sus intereses.
ALFA