Las joyas de nácar, son el producto de los estratos más hermosos e iridiscentes; encontrados internamente en los caparazones de los moluscos, ostras y conchas marinas; llamado también “Madre Perla”. Este elemento es un “biomineral” en combinación con moléculas orgánicas, fabricadas por los organismos vivientes y los componentes minerales que ingieren del ambiente.
El mineral aragonito que posee la sustancia, es una de las formas cristalinas del carbonato de calcio, formado por los animales acuáticos con la ayuda de los ingredientes naturales del mundo marino.
Los colores se diferencian entre sí, de acuerdo a la procedencia territorial según las especies; van desde el blanco, gris, verde, rosa y morado. Hay variedades como la “haliotis”, mejor conocida como orejas de mar por su forma aplanada, en cuyo interior se encuentra toda la sustancia brillante; igualmente las especies de nautilos presentan esta diversidad.
El mejor nácar procede de moluscos, como los caracoles y las ostras localizadas en los mares del trópico; particularmente en zonas como Filipinas, Australia, Mares del Sur, Baja California y Panamá.
Remontándonos a la historia de la joyería desde tiempos antiguos, podemos decir que varios siglos antes de la era cristiana, se descubrió en China, que colocando pequeñas figuras dentro de un molusco vivo, se podía obtener en poco tiempo un recubrimiento de nácar en esas piezas. Eran figuras que simbolizaban deidades, a las cuales se le rendían tributos, con la confianza de que pudieran dar suerte y fortuna a las personas que las poseían.
Muchas civilizaciones, entre ellas los romanos, iberos y egipcios; utilizaban este bello y frágil material para ornamentar empuñaduras de espadas, y generalmente su uso se extendía en símbolos religiosos. En el siglo XVIII, se pudo ver la influencia que tenía en adornos como candelabros, joyeros y las molduras de los cuadros con pinturas famosas.
En el tiempo del reinado de Elizabeth I de Inglaterra, era muy solicitado comercialmente, para la realización de una extensa gama de artículos de joyería; y a comienzos de la segunda década del siglo XX, se encontraron las Tumbas de Babilonia con un espléndido tesoro en oro, plata, perlas, piedras preciosas y bellos adornos recubiertos de nácar.
Luego fue ampliamente utilizado en incrustaciones decorativas, en objetos lacados y muebles de madera, instrumentos musicales, abanicos, mangos de cubertería, tabaqueras o simplemente para elaborar botones. El comercio de la Madre Perla, sufrió un cambio drástico a mediados del siglo XX, cuando empezó la fabricación de materiales plásticos, cambiando la naturaleza de los productos. En el canal YouTube «bedido fashion», disfrutará de una exhibición de collares fabricados con conchas de nácar, realizados de manera artesanal en Filipinas.
Es indiscutible que el nácar ha sido utilizado durante miles de años en la fabricación de joyas, diferentes objetos decorativos y obras de arte. Actualmente, la modernidad y belleza de sus diseños, son muy apreciadas en la joyería con modelos exclusivos realizados por los más reconocidos orfebres, hasta las más exquisitas prendas elaboradas en forma artesanal.
ALFA