¿Protector solar? Muchas mujeres consideran que el uso de los protectores solares solo se limita a los soleados días de playa, obviando la importancia y los grandes beneficios que estos nos aportarían si los usuráramos día a día. Cuando nos exponemos diariamente a los nocivos rayos ultravioletas sin protección alguna, nos arriesgamos a que los mismos causen grandes efectos en nuestra piel y organismo como: perjudicar lentamente el ADN de nuestras células, disminuyendo el crecimiento de las mismas; aumentar la incidencia de cáncer de piel, causando quemaduras al irritar la epidermis; y estimular el envejecimiento prematuro de nuestra tez.

Por tal motivo, es necesario que resguardemos nuestro órgano más sensible (la piel) de las radiaciones del sol, haciendo uso de protectores solares de las mejores marcas y productos que cumplan este fin; de tal manera que estos puedan actuar como una especie de capa protectora para disminuir los nocivos efectos de los rayos ultravioletas, siendo importante aplicarlos de forma cotidiana; ya que además de prevenir las posibles enfermedades de piel y las quemaduras, también evitan la aparición de manchas en el cuerpo y en el rostro (melasma); evitando las arrugas y la pérdida de elasticidad de nuestra epidermis.

Para elegir el tipo de protector solar adecuado es indispensable conocer nuestro tipo y tono de piel, esto se determina mediante el fototipo que cada persona en particular posee; por lo tanto es ineludible entenderlo, ya que en base a esto asumiremos las medidas de protección necesarias a la hora de tomar el sol. Describiremos los tipos de fototipo de la siguiente manera:

Tipo 1: corresponde a la piel que es muy clara y sensible al sol, las personas con este tipo de piel nunca se broncean pero si se queman.

Tipo 2: caracteriza a las personas que manifiestan una piel de color rojiza al entrar en contacto con los rayos solares. Su piel es sensible.

Tipo 3: su piel es igualmente sensible a las radiaciones solares, solo alcanza un leve bronceado y se quema con regularidad.

Tipo 4: la piel del individuo ya no es tan sensible al sol, por lo que no suele quemarse.

Tipo 5 y 6: los que presentan estos fototipos gozan de una gran resistencia a los rayos ultravioletas, casi nunca se queman y presentan un aspecto bronceado.

En este sentido usted debe elegir el Factor de Protección Solar (FPS) dependiendo de estas necesidades. De modo que para pieles poco sensibles se sugiere usar FPS de 15 diariamente; si es más sensible utilice uno FPS de 50 o más, y si solo desea broncearse el FPS de 10 es recomendable. Recuerde que siempre que nuestra piel esté expuesta al sol, debe usar un protector solar aplicándolo por al menos cada cuatro horas.

ALFA