Leyendas latinoamericanas de terror: Si de riqueza cultural hablamos, en el sur de América nos encontramos con un territorio amplio, variopinto, lleno de color, gastronomía y de tradición. Las curiosidades de América Latina nos llevan en un viaje en el que la riqueza es infinita. Paisajes y recursos naturales se combinan con un acervo cultural ancestral. Aterradoras almas en pena, espíritus errantes, animales macabros y duendes malignos, protagonizan algunas de las leyendas latinoamericanas de terror más espeluznantes. Veamos cuáles son las que despiertan más miedo.
Leyendas latinoamericanas de terror: La Sayona
En lo más profundo de los llanos de Venezuela nace una de las más épicas leyendas latinoamericanas de terror, que ha servido para atemorizar y escarmentar a los hombres mujeriegos e infieles. Se trata de La Sayona, una mujer alta, de larga cabellera negra y muy hermosa, que seduce a los viajeros que se desplazan por las carreteras oscuras y solitarias, a la espera de hombres infieles a quienes dar el susto de sus vidas, y así escarmentar sus malos comportamientos.
Esta mujer se llamaba Casilda, y era tan enfermizamente celosa que asesinó a su esposo y a su madre porque pensaba que tenían una aventura. Su madre, en los últimos minutos de agonía la maldijo: “Sayona serás para siempre, y en nombre de Dios, que así sea” Así, desde el día en que falleció Casilda, su alma vaga en pena buscando a hombres infieles. Primero los conquista con su gran belleza y luego los asesina. Quienes logran sobrevivirle, jamás vuelven a ser infieles en sus vidas
El Familiar
Se trata de la historia de El Familiar, una espectral criatura que se cree que es la misma encarnación del demonio y toda su maldad. Se presenta en la forma de un perro, a veces sin cabeza. Otras versiones hablan de que también puede verse como una serpiente peluda. Lo que se cuenta de este mito es que el Familiar deambula por las fincas, buscando peones para devorar. En aquellas en las que encuentra presas a las que comer, el espectro recompensa al hacendado con buenas cosechas y fortuna.
El Chupacabras
De leyendas de terror latinoamericanas hablamos, una de las más mediáticas de los años contemporáneos es la del Chupacabras. Quizás recuerdas haber escuchado referencias de este espantoso monstruo en los canales de televisión sensacionalistas. Se trata de un animal no identificado, que asolaba los rincones de Puerto Rico, devorando a los animales. La descripción más difundida del Chupacabras fue la que hizo una ama de casa de Puerto Rico, que se refirió a la criatura como una especie de raro canguro, de más de un metro de alto, con alas en la espalda y colmillos muy afilados. Anda en busca de animales, a los que chupa la sangre hasta matarlos.
La Patasola
Otra figura femenina cuya historia provoca escalofríos en Colombia es la Patasola, una mujer con una sola pierna terminada en pezuña, un solo pecho, una gran boca y la nariz en forma de gancho. Esta horrible criatura fue en su día una hermosísima muchacha a la que por libertina, los hombres de su pueblo le cortaron la pierna antes de arrojarla viva a la hoguera. En venganza, se alimenta de hombres a los que atrae hacia lo más profundo del bosque engatusándoles con su canto.
Leyendas latinoamericanas de terror: La Tulivieja
Esta leyenda de Panamá cuenta que hace mucho tiempo, cuando los espíritus aún convivían abiertamente con los humanos, uno de ellos sedujo a la chica más bella de la comarca. De sus amores prohibidos nació un bebé al que su madre ahogó en el río nada más nacer, para ocultar su pecado. Sin embargo, no pudo librarse del castigo de Dios, que la convirtió en un monstruo horrible, con la cara llena de unos agujeros de los que salen largos pelos duros como cerdas y que en lugar de manos tiene garras, el cuerpo de gato y las patas de caballo.
La Tulivieja está condenada a buscar a su hijo muerto por toda la eternidad y por eso vaga por las orillas de los ríos, llamando a su bebé emitiendo un sonido parecido al de las aves. Las noches de luna llena recupera su forma original y se le puede ver, bellísima, bañándose en el agua. Sin embargo, al menor ruido recupera su horrible forma y vuelve a ser la Tulivieja.
Leyendas latinoamericanas de terror: El Ahogado
Hace tiempo, un chico fue a visitar a su tío que tenía una casa en el campo y criaba ovejas, su tío le había pedido de favor que lo visitara y ayudara en cuidar sus ovejas ya que últimamente él pensaba que le estaban robando ovejas, también esta casa tenía un pozo. El chico ya en la casa, se quedó cuidando las ovejas solo, ya su tío se fue a una fiesta, al promediar las 2:00am, el chico se despertó por el balar de las ovejas, estaban muy inquietas y este pensó que habían entrado a robar, cogió una escopeta y una linterna y salió de la casa, aprovechando la luz de la luna llena no necesitó usar la linterna y la dejó.
Al salir de la casa se escondió detrás de un muro, y vio con claridad como una persona salía del pozo, pero solo se veía el contorno del cuerpo, parecía un dibujo, las manos tenían uñas demasiado largas, mas la cara no se le veía, esta figura empezó a caminar hacia el chico, las ovejas se abrían paso, entonces el chico se acordó de las historias que cuentan de los ahogados, se dio cuenta que lo estaba viviendo, que era verdad, esa figura que caminaba hacia él, era un ahogado.
El chico en su desesperación, botó la escopeta y comenzó a correr sin mirar atrás hasta llegar a una pequeña laguna y se metió en ella, luego comenzó a echar agua de la laguna con las manos por todos sitios al ahogado, pero sintió cómo las largas uñas del ahogado le rozaban la cara. Estuvo echando agua hasta que amaneció y con la llegada del amanecer el ahogado se desapareció.
El joven terminó cansado, traumado y con un fuerte resfrío, desde ese día no volvió a salir de noche, pasado el tiempo tomó valor y contó lo que le había pasado realmente ya que pensaba que otros podrían pensar que él estaba loco, su tío le creyó y después de eso mandó revisar su pozo y encontraron una persona ahogada, con uñas demasiado largas, como su sobrino le había dicho.
ALFA