Beneficios de cantar: Como si fuera por arte de magia, o encantamiento, cada vez que cantamos ponemos en marcha una sinfonía de beneficios que, sobre todo, provoca que nos sintamos mejor con nosotros, los demás y con el mundo. Cantar, por el simple hecho de hacerlo, encantará positivamente nuestra existencia.
Un antiguo proverbio chino nos revela que un pájaro no canta porque tenga una respuesta, sino porque tiene una canción. Es decir, no hay una finalidad o un propósito concreto. Es porque sí. Lo hace como una celebración. Y es curioso que en la etimología de cantar encontremos el significado de celebrar. ¿Acaso no celebramos cantando? De eso se trata. Porque cuando cantamos estamos celebrando una manera de estar en el mundo, de relacionarnos con los demás y, sobre todo, con uno mismo.
Efectos positivos de cantar
El hombre siempre ha sentido necesidad de cantar para expresar sus ideas, pero también como una forma de armonizar el cuerpo y la mente. Así, destacamos los principales beneficios de cantar:
Mejora el habla
El canto mejora las habilidades del habla en pacientes que sufren de autismo, parkinson, afasia después de un derrame y tartamudeo: “El cantar estimula múltiples áreas del cerebro a la vez. Esto puede permitir a la gente con estos padecimientos en una parte del cerebro a comunicarse usando otras áreas de su cerebro”
Mejora la respiración
Cuando el canto se vuelve una práctica regular, se ejercitan los músculos y órganos que como el diafragma, los pulmones, la laringe, entre otros, lo que aporta gran beneficio a la respiración.
Previene la pérdida cognitiva
Algunas investigaciones sugieren algunos beneficios del canto en la prevención de enfermedades mentales degenerativas, como el Alzheimer, ya que el cantar involucra áreas del cerebro relacionadas con el lenguaje, la memoria y el control de actividades motoras.
Libera tensiones
Con el día a día nuestro cuerpo puede verse afectado por el estrés. El canto contribuye a que nuestro organismo segregue hormonas que producen sensación de bienestar, lo que sin dudas ayuda a relajarnos.
Mejora el sistema inmunológico
Como consecuencia directa de lo anterior, al liberar las tensiones a través del canto nuestro sistema inmune mejora sustancialmente puesto que está demostrado, que el estrés impacta de forma negativa en la capacidad de respuesta inmunológica del cuerpo.
Ayuda a mejorar las enfermedades respiratorias
Enfermedades como el asma o la fibrosis pulmonar, se ven aliviadas con el canto ya que los pulmones se ejercitan y con ello mejora el proceso respiratorio en las personas que padecen de estas dolencias.
Refuerza vínculos de la madre con su bebé
Se ha demostrado que las madres que cantan a sus bebés en los primeros meses de vida, crean un mayor vínculo emocional entre ambos porque el canto estimula la atención de los niños.
Tonifica la musculatura torácico-abdominal
Como ventajas de cantar adicionalmente se obtiene cierta tonificación en los músculos abdominales y del tórax, ya que ambas estructuras intervienen más activamente en el canto.
Potencia la creatividad
Como es sabido, toda actividad artística coadyuva al desarrollo del hemisferio derecho y al establecimiento de mayores conexiones entre las dos partes del cerebro.
El canto mejora las habilidades creativas, como es tradicionalmente reconocido en todo el orbe. Aprender en clases de canto es muy beneficioso para todo el mundo.
Contribuye a una mejor socialización
Se ha demostrado que cuando se canta en grupo se crean lazos afectivos entre las personas, por ejemplo, entre los miembros de un coro musical o simplemente cuando nos divertimos y cantamos en grupo en una noche de karaoke.
Ayuda a corregir la postura corporal
Y si tomas seriamente esta actividad, entre las técnicas para lograr una mejor ejecución del canto está el mantener la parte superior del cuerpo erguido, lo que sin duda al hacerlo habitualmente contribuirá a mejorar la postura.
Lo importante es ser conscientes de que cantar nos encanta, activa la magia… nuestra magia. Por eso los encantamientos se cantan, ¿no? Porque conectan con una energía melódica que nos hace entrar en armonía con partes de nosotros mismos que, de otra manera, serían inaccesibles.
Tan cerca están cantar y encantar que parece mentira que obviemos la magia que hay dentro de cada canción que entonamos. Si no cantamos solos, si no lo hacemos para nosotros mismos, pondremos a funcionar la magia a otros niveles.
- A dúo… o a trío. O en un coro. Entonar juntos, seguir una melodía al unísono es reforzar la empatía. La conexión con esa otra persona y con el grupo. Es una celebración de estar en el mismo planeta de la misma forma. Muchos de los problemas de la humanidad se resolverían si fuésemos capaces de cantar la misma canción en el mismo momento; en el mismo lugar.
- Para otros. Cantar a otra persona. Mirándola a los ojos. Ese simple gesto puede generar una conexión tremenda basada en la generosidad y la entrega. Además, aunque al principio nos costará, superaremos las limitantes barreras de nuestra vergüenza.
- En público. No hace falta ser una estrella del rock. Basta con ir, por ejemplo a un karaoke. Porque allí, enfrente de los demás, podremos desarrollar nuestra autoestima, la confianza y la capacidad de hablar en público la confianza. Además de ser divertido, entenderemos qué significa estar presentes, ser el foco de las miradas y, aún así, ser parte de un todo. Si no fuera porque existe una conexión emocional, no estaríamos hablando de un negocio, el de los karaokes, que une a las culturas y apasiona a millones de personas en todo el planeta.
ALFA