Se dice que la muerte en el budismo es una transición entre una forma de vida y experiencia, entre un sueño y otro sueño. Según la visión budista, la vida es eterna. Se cree que atraviesa sucesivas encarnaciones, así que la muerte no se considera el fin. El principio fundamental del budismo es que la vida es eterna y cada ser vivo está sometido a un ciclo continuo de nacimiento y muerte.
Según el budismo, eventualmente la mente se separa del cuerpo, en promedio tres días y medio después de la muerte clínica y así acontece el morir. Dependiendo del karma de la persona, se puede experimentar renacimiento inmediatamente o a los 49 días después de la muerte clínica.
El Budismo acostumbra leer El libro de los Muertos a la persona que está por morir o que está ya fallecida, para ayudarlo en el “bardo” o Estado Intermedio entre esta vida y la siguiente.
Servicio funerario budista
De acuerdo con las tradiciones funerarias budistas, el servicio funerario típicamente se lleva a cabo al día siguiente y es conducido por un monje. Casi siempre hay un ataúd abierto que permite a los asistentes despedirse. Se espera que los invitados se inclinen ligeramente ante el ser querido como señal de aprecio por las lecciones sobre la impermanencia de la vida. Durante la ceremonia puede haber un período de meditación, una tradicional costumbre budista, para reflexionar sobre la vida de la persona y honrar su memoria.
Después de que las ceremonias hayan finalizado, el ataúd se lleva a un cementerio, a menudo en una ladera para un mejor Feng Shui. Cuando el ataúd es enterrado, la familia se aleja de la tumba para mostrar respeto.
Dependiendo de sus creencias y preferencias, los budistas también pueden elegir la cremación. Para algunos budistas, es una tradicional costumbre funeraria que la familia presencie la cremación.
Hombres y mujeres pueden sentarse juntos. No se requiere cubrirse la cabeza, y los zapatos sólo se deben quitar si la ceremonia se lleva a cabo en un templo. Mientras que el blanco es el color de luto para la familia, los amigos a menudo usan el negro.
Los amigos pueden visitar la casa de la familia que está en luto después del funeral, pero no antes. En la tradición budista, flores o donaciones pueden enviarse a la familia, pero los regalos de comida se consideran inapropiados. Los invitados también pueden hacer una donación a una organización benéfica designada en nombre del ser querido.
Para una ceremonia en un templo, los hombres deben usar corbata y las mujeres un vestido o falda y blusa. La ropa debe ser adecuada para sentarse en el suelo durante la meditación.
Luego de la cremación del difunto, las cenizas serán esparcidas en un río o bien enterradas en un cementerio comenzando un período de duelo que puede prolongarse hasta 90 días dependiendo de la corriente budista a la que se pertenezca así como del tipo de vínculo que unía a la persona fallecida con el doliente.
Ritual budista que se lleva a cabo para guiar a los espíritus de los fallecidos al inframundo.
Otro de los rituales de la muerte en el budismo, es el cheondojae tiene su origen en el ritual que se realizaba en la Antigua India para convertir los fantasmas en espíritus ancestrales. En el budismo, el término “jae (齋)” se refiere al rito que consiste en ofrecer comida a los monjes, deseando el compartimiento de virtudes. Entre los jae, hay un jae que se efectúa para los espíritus de los fallecidos, el que se llama “cheondojae”. La palabra “cheondo” está compuesta por el carácter chino “cheon (薦)” que significa “recomendar” y el “do (度)” que se traduce en “costumbre”. Tomándose el nombre al pie de la letra, se puede suponer que el cheondojae es un ritual budista que se practica, deseando que el espíritu del difunto vaya a un buen lugar.
Todos los rituales budistas que tienen lugar para el espíritu del fallecido después de su funeral pueden denominarse como cheondojae, entre los cuales el más esencial es el ritual que se realiza siete veces cada siete días durante un período de 49 días o sasipgujae.
Dado que el ritual celebrado durante los primeros 49 días de la muerte puede afectar positivamente para que el difunto renazca en un buen lugar.
A pesar de que la forma del cheondojae puede variar según la magnitud y el propósito del ritual, los procedimientos básicos de todos los tipos del cheondojae son parecidos. Primero, el espíritu del fallecido es invitado al lugar del ritual. Tras la purificación del karma del difunto, se ofrecen los alimentos y se elevan las plegarias en frente de la estatua de Buda, así como se sirve comida al espíritu del difunto.
El ritual se finaliza con la despedida del difunto. Por supuesto, es importante elevar plegarias para que el espíritu del muerto pueda obtener una nueva vida en otro mundo, lo más importante es recitar continuamente los textos budistas al espíritu del fallecido con el propósito de hacer al espíritu darse cuenta de su corazón perplejo.
Como el jae es un ritual combinado con el rito ancestral, los procedimientos del jae son muy similares a los de otros ritos de rituales. Sin embargo, el jae budista tiene las características que lo distinguen de los demás rituales.
Dichas características son como las siguientes: primero, igual al rito ancestral, el jae se realiza por los familiares del difunto en frente del altar, pero el contenido del texto budista recitado por un monje budista sirve como un texto que define el significado del ritual. Segundo, el propósito del rito ancestral es rendir homenaje al fallecido y poner en práctica la piedad filial, máxima virtud confuciana, mientras que el jae se efectúa para guiar al espíritu del difunto seguramente al inframundo.
Tercero, aunque el cheondojae se haga solamente para un difunto, todos los espíritus errantes pueden ser beneficiados de este ritual. De eta manera, el jae puede ayudar a otros espíritus, siendo como parte de la práctica de la hoehyang o acumulación de méritos que podría resultar beneficiosa para un renacimiento feliz. Cuarto, no se preparan la carne o pescado para llevar a cabo el jae.
Día 100
Luego de cien días del fallecimiento, se realiza una nueva ceremonia budista para ofrecer las oraciones finales. A esta ceremonia se invita a los monjes budistas. También se dan sobres con billetes así como artículos diversos como medicinas, ropa para los monjes, velas, fruta, paraguas, leche, artículos de limpieza, etc.
ALFA