Formadas por productos, subproductos o componentes orgánicos provenientes de animales o plantas, las gemas de origen orgánico ocupan un lugar privilegiado en la joyería gracias a la rareza, durabilidad y belleza que poseen; características que sin duda, las convierten en objetos deseables para cualquier amante de las joyas, y por las cuales, algunas de ellas adquieren un valor considerable. Acompáñenos a conocer cuáles son las principales gemas de origen orgánico:
Las perlas
Constituyen las gemas orgánicas más valiosas y usadas en la joyería, sobre todo por la gran variedad que existe y la elegancia que transmiten. Estas se forman naturalmente como parte de un mecanismo de defensa de algunas especies de moluscos, que, ante la presencia de un elemento extraño en su interior, lo van recubriendo lentamente con diversas capas de una sustancia conocida como nácar; para expulsarlo posteriormente.
Sin embargo, las perlas naturales son muy escazas y su valor es incalculable. Pero, gracias al empresario japonés Kokichi Mikimoto, quien en 1893 crearía las primeras perlas de cultivo del mundo, actualmente es posible satisfacer la demanda de estas gemas, obteniendo por este método perlas de gran belleza y calidad, indistinguibles de su contraparte natural.
El ámbar
También es llamada succinita, por contener en algunos casos acido succínico. Su nombre proviene del latín “ambrum” y este a su vez del árabe anbar, que significa piedra preciosa. Se trata de una gema compuesta de resina vegetal fosilizada, de apariencia traslucida similar a la miel, cuyo color típico es el amarillo, aunque también es posible encontrarle en una amplia gama de tonos que incluyen el marrón, anaranjado, verdoso, blanco lechoso, e incluso el azul. Este último es conocido como la variedad más rara y más cara de esta gema.
El coral
Perteneciente al género Corallium, esta gema proveniente de esqueletos de animales marinos, se compone de carbonato de calcio ordenado en fibras radiales que suelen contener restos de materiales orgánicos. Existe en una amplia variedad de colores que van desde el rojo, rosa, blanco, azul y negro. De los cuales, en la joyería los corales que se consideran preciosos son el coral rojo intenso una variedad que solo existe en el mar mediterráneo; el llamado coral piel de ángel que se caracteriza, por poseer un tono blanco rosado que se asemeja a la piel de un ángel de porcelana antiguo; y el coral negro o Anthiparian, que es conocido como el coral de los reyes.
Los corales aptos para joyería provienen principalmente de los mares de Japón y el mediterráneo, de allí que el 75 por ciento de la producción de estas gemas de origen orgánico se trabaje en Italia y Japón. Conviene mencionar que, dada su importancia para el sostenimiento de la vida marina, actualmente su pesca está protegida en Gibraltar, Malta, Mónaco y Turquía; mientras que en Croacia, Grecia, Marruecos, Italia y España, las cuotas de recolección están estrictamente controladas.
El azabache
Conocido en el mundo antiguo como succinum nigrum, al ser equiparado al ámbar que es con quien suele asociarse comúnmente. Actualmente, también es conocido por otros nombres populares como ámbar negro o ámbar de las brujas, al ser muy usado para la elaboración de amuletos y rituales mágicos desde épocas antiguas. Pues, se cree que ofrece a su portador protección ante las malas influencias, mal de ojos y otros maleficios.
Se trata de un carbón fosilizado, que fue sometido a grandes presiones bajo tierra durante millones de años hasta que logró convertirse en una piedra preciosa, con un característico color negro intenso llena poderes místicos, que puede alcanzar un alto valor.
Se utiliza en la joyería artesanal para fabricar collares, anillos, pendientes y otros complementos. Y los mejores azabaches del mundo proceden de Whitby Inglaterra y Asturias en España.
El Marfil
Esta gema de origen orgánico es conocida por su característico color blanco crema y su gran dureza. Siendo el marfil usado en la joyería procedente de varios animales como la morsa, el hipopótamo, narval, facócero y sobre todo el elefante, por lo que cada vez se elaboran menos piezas de joyería, gracias a las leyes que protegen a estos últimos. Sin embargo, existen alternativas ecológicas que contribuyen a la preservación de los elefantes, pues, como sabemos se encuentran en peligro de extinción, gracias a los cazadores furtivos.
Entre ellas tenemos la tagua, un árbol que crece en las zonas tropicales de Ecuador y que se asemeja a la palma. Aunque este tarda entre 15 y 20 años en dar sus frutos, los cuales son utilizados para elaborar joyas de apariencia similar al marfil del elefante.
Asimismo, actualmente el marfil de mamut se ha convertido en otra alternativa ecológica para la joyería de marfil, aunque es un poco más oscuro y son pocas las firmas que trabajan con este tipo de material.
A los seres humanos siempre nos han atraído las bellezas de la naturaleza y sin lugar a dudas, las gemas de origen orgánico constituyen algunos de los materiales más hermosos que nos puede proveer la naturaleza, llenas de propiedades especiales y únicas en el mundo; y una belleza incomparable que despierta la admiración de quien las ve.
ALFA