Las curiosidades sobre las joyas de la Corona Inglesa, nos llevan a un mundo de lujo, historias, anécdotas, intrigas y pasiones, propias de una película; por lo que estamos seguros que, al leer estas líneas, usted sentirá el interés de conocer esos detalles que rodean la existencia de estas piezas; cuya historia se remonta a unos 1000 años atrás. Sin embargo, son muchas las veces que esta colección ha cambiado en el transcurrir de los siglos, debido a que la familia real, en reiteradas ocasiones se ha visto en la necesidad de empeñar sus joyas para enfrentar batallas y guerras contra sus enemigos.

Este proceso histórico de guerras, ha llevado a que se tengan que utilizar fondos para reconstruir palacios y otras infraestructuras destruidas, así como para pagar dotes; por lo que la colección de joyas de la Corona inglesa, se ha visto de manera forzosa a cambiar. Por ejemplo, durante la Edad Media, los monarcas se veían en la necesidad de empeñar algunas joyas, para poder alimentar a los soldados.

Uno de los datos curiosos sobre las joyas de la Corona Inglesa, es la existencia de un cofre real que contenía un diamante del tamaño de una berenjena; que tenía unos 3.106 quilates con un peso de 638 gramos; nada despreciable, tomando en cuenta que esto sucedió hace un siglo. A este diamante se le llamo «Cullinan» y fue hallado en el año 1905 en Pretoria, Sudáfrica; que para ese entonces era una colonia del imperio británico; por lo que fue llevado al Palacio de Buckingham y cortado, para formar un conjunto de gemas que son conocidas en la actualidad como las «Stars of Africa», o estrellas de África.

Actualmente el diamante «Star of Africa I», que forma parte de este conjunto de gemas, y que tiene el tamaño de un huevo; con unos 103 gramos de peso y 530,2 quilates, forma parte del cetro real que lleva el día de la ceremonia de coronación, cada nuevo monarca británico; mientras que el «Star of Africa II», con 63 gramos de peso y 317,4 quilates, es usado en ocasiones como prendedor, por algunos integrantes de la familia real.

Si nos remontamos al año 1830, nos encontramos con una excentricidad del Rey Guillermo IV; quien se empeñó en que cada perla, rubí o zafiro que estuviese disponible, debía estar presente en su corona; cosa que logró, pero la valiosa joya quedó tan pesada, que este monarca comenzó a padecer de un horrible dolor en el cuello y en su dentadura; por lo que la ceremonia de su coronación debía ser interrumpida, para que pudiesen extraer el molar al exigente rey.

Otra historia interesante sobre las joyas de la Corona Inglesa, es la que sucedió en torno a los cambios ocurridos en algunas piezas, como por ejemplo, el zafiro perteneciente a un anillo del Rey Eduardo, “El Confesor”, llegó a parar al tope de la corona que la Reina Isabel II, lleva durante la apertura del Parlamento cada noviembre; la cual es llamada «Imperial State Crown», y que aparte del zafiro del Rey Eduardo, quien murió en el siglo XI, lleva las diademas del collar de María Estuardo, la Reina de Escocia; que cayeron cuando fue decapitada en 1587.

Por otra parte, el mundo mágico y lujoso de la realeza, ha hecho que el conjunto de joyas de la Corona Inglesa, se haya ido incrementando con los años, gracias a la existencia de personajes como la Reina Victoria, quien era una coleccionista ambiciosa, y llenó sus cofres con joyas provenientes de los botines de los países o regiones que su imperio iba conquistando; dentro de las cuales se encontraban el diamante hindú «Kohinoor», de 38 gramos de peso y 186 quilates, que hoy forma parte de los 2.800 diamantes que posee la corona de la Reina Isabel, madre del Príncipe Carlos.

Pero no todo lo que forma parte de las joyas de la Corona Inglesa, son coronas, collares o broches, pues dentro del inventario oficial de la realeza británica se encuentran también objetos un tanto excéntricos, como por ejemplo la lujosísima vajilla oficial de la reina; dentro de los cuales destaca el llamado «Grand Punch Bowl», que es una pieza de oro, que posee las medidas de una bañadera, con una capacidad para 110 litros de champán; donde la reina Victoria acostumbraba a bautizar a sus hijos. Sin duda, un objeto curioso, costoso y excéntrico como muchas cosas de los personajes de la realeza.

Indudablemente quedan muchos detalles curiosos e interesantes de los cuales podríamos hablar, que describen las características de familias que por siglos han sido los personajes emblemáticos de Inglaterra, que por mucho tiempo libró un gran número de batallas para conquistar tierras y poder, despojando a los nativos de sus bienes y tesoros, que al final formaron parte de las grandes joyas y recursos de la corona inglesa.

ALFA