Existen muchos mitos sobre las cicatrices, basados en una serie de creencias asociadas al proceso preventivo y a los tratamientos que deben seguirse para corregir, eliminar o minimizar los efectos que éstas causan en la piel, y que causan malestar, incluso complejos y estados de depresión a muchas personas alrededor del mundo, dependiendo del tamaño y aspecto de las mismas.
Las características de las cicatrices dependen del impacto que haya tenido el factor causante de su aparición, ya que éstas pueden surgir como consecuencia de diversos factores o acontecimientos en la vida de la persona afectada. Cortes en la piel, accidentes, cirugías, acné severo, raspones y muchas otras situaciones, pueden causar estas feas marcas en diversas partes del cuerpo.
Es importante acotar que el aspecto de las cicatrices, también depende del tono de las mismas, el cual depende de su grosor y de la evolución que haya tenido desde que haya aparecido hasta pasar un tiempo determinado. El tono es por lo general más rosado, brillante o rojo que el resto de la piel; y que a su vez depende del tipo de piel y las condiciones en que se encuentre al momento de aparecer la cicatriz, lo cual es muy variable de una persona a otra.
En este sentido, uno de los mitos más comunes y frecuentes cuando aparecen este tipo de marcas; es asegurar que, al usar variedad de productos cosméticos, farmacéuticos o naturales, se reducirá el tamaño, lo cual es falso, ya que es más recomendable y efectivo aplicar constantemente el mismo producto; y asegurarse que sea de calidad, preferiblemente consultando a un especialista.
Otro mito muy frecuente relacionado con las cicatrices es pensar que es posible eliminarlas completamente; pero lamentablemente estas son marcas que se quedarán en la piel, y aunque se puedan mejorar o minimizar; hasta lograr que casi no se vean, ellas serán parte integral de la sanación de la zona afectada, y aparecen por una sobreproducción de colágeno; aunque va presentando muchos cambios a medida que va pasando el tiempo y madura; pero definitivamente son permanentes por naturaleza.
Un mito que suele repetirse constantemente, y que algunas personas lo van afirmando y divulgando; es que se debe aplicar en la zona afectada los productos cicatrizantes antes de que la herida cierre; para lograr la mejoría del aspecto de la marca, lo cual también es falso; debido a que esta mejoría será más visible y efectiva si se aplican dichos productos después que la herida haya sanado, y si no lo cree, pregunte a un especialista o dermatólogo; quien le orientará de la mejor manera posible.
Por ello, la recuperación de las cicatrices debe dejarse siempre en manos de los especialistas, quienes tendrán la última palabra y le dirán que deben hacerse para mejorar las heridas y el aspecto de las cicatrices, y cuando se requiere de una cirugía estética para minimizar los efectos de marcas profundas, ocasionadas por eventos complejos en la piel de una persona; lo cual también dependerá del nivel de sanidad de la piel.
Otro mito que es falso, es que no hay cicatriz que un buen cirujano no pueda borrar, ya que, aunque los cirujanos se dedican con esmero y mucho cuidado a las incisiones que realizan, pero si son por ejemplo en el rostro, puede que las cicatrices queden muy disimuladas; pero la calidad del trabajo del buen cirujano no puede medirse por el grado de visibilidad de la cicatriz; sino por el proceso completo de la intervención o cirugía estética realizada.
También es falso que ingerir vitamina E hace desaparecer las cicatrices, ya que está demostrado científicamente que sólo puede mejorar el estado de la piel, pero que se eliminen las marcas no. En este caso, los métodos más eficaces son los basados en la aplicación del laser, que son muy efectivos para minimizar los efectos de las cicatrices y suavizar su aspecto.
Un mito que no tiene nada de cierto, es la afirmación que sostiene que la cicatriz desaparece al salir la costra; o que debe exponerse la herida al sol para que sane más rápidamente. Estos dos mitos son tan comunes, como falsos; y así lo asegura Xavier Santos, presidente de SEHER, y especialista en dermatología, quien sostiene que “la presencia de la costra refleja la posibilidad de desarrollar una mala cicatriz”; ya que ésta es sangre seca, la cual puede propiciar la aparición de infecciones.
Otro de los consejos y “falsos mitos” que hemos comentado anteriormente es que la herida tardará menos en curarse, si le da el sol. Éste es un consejo totalmente desacertado; de hecho, hay que evitar en la medida de lo posible la exposición al sol, ya que los rayos ultravioletas hacen que la cicatriz se pigmente y favorece la aparición de marcas posteriores a la herida. Por ello, es muy importante aplicar una protección solar alta o cubrir la cicatriz.
Además, hay que tener mucho cuidado con las tensiones, ya que las cicatrices a menudo se ven sometidas a tirones debido al movimiento de la piel y los músculos. En este caso, es recomendable utilizar un vendaje adhesivo, que ayudará a que la herida cicatrice sin tensión ninguna.
En cualquier caso, si se aprecia que la herida no está cicatrizando como debería, es recomendable que un especialista compruebe la evolución de la misma. Él será quien mejor nos aconseje sobre qué tratamiento aplicar para que la herida cicatrice como es debido.
ALFA