Las tendencias de belleza más peligrosas de la historia, van desde dietas, hasta el uso de aparatos, vendajes, consumo de algunos productos y hasta operaciones para remover las costillas; implantes para agrandar algunas partes del cuerpo, y todo para verse más bellas según los estereotipos de belleza que predominan en el mundo; las cuales pueden incluso poner en riesgo la vida de las personas. Después de una revisión de las tendencias de belleza a través del tiempo.
Corsés femeninos y masculinos: este tipo de accesorio los usaron las mujeres desde el año 1500, mientras que los hombres los comenzaron a usar en el siglo XVIII, y dejaron de usarse en el siglo XIX, con la intensión de lucir una mejor figura. Pero, la consecuencia del uso excesivo de los corsés, era el desajuste de los órganos internos; lo cual podía traer efectos adversos al organismo.
La dieta de la solitaria: A comienzos de la década de 1900, se popularizó el uso de las píldoras de lombriz solitaria; que contenían en su interior una lombriz que iba creciendo en los intestinos hasta llegar a unos 914 centímetros; consumiendo la mayor parte de la comida que se ingería, razón por la cual se perdía peso; sin embargo, se presentaban diversos bloqueos intestinales y aparecían quistes en el hígado, en los ojos, en la médula espinal y hasta en el cerebro, provocando además vómitos y diarreas frecuentes, además de dolores abdominales fuertes y problemas rectales.
El micrómetro de la belleza: este aparato fue creado por Max Factor en el año 1934, y estaba conformado por unas bandas metálicas, mediante las cuales se podía medir las facciones de la cara, con la finalidad de saber cuáles eran las zonas de la cara defectuosas, según sus criterios de belleza, y de este modo los maquilladores realizaban su trabajo para corregir dichas partes del rostro; lo cual en ese momento se consideraba perfecto, pero que ponía en riesgo la salud de la mujer.
Ennegrecimiento de dientes: esta técnica japonesa se llamaba “Ohaguro”, y la misma consistía en ennegrecer los dientes de las jóvenes que pertenecían a la aristocracia, ya que este color era considerado como símbolo de belleza, razón por la que se obligaba a las mujeres a teñirse sus dientes, colocando un empaste de hierro en una taza de té; con el objetivo de que se oxidara a lo largo de varias semanas. Este proceso originaba frecuentemente dolorosas reacciones; por lo que en 1870 fue prohibida esta práctica.
Ingerir arsénico: sin duda una de las tendencias de belleza más peligrosas, es el consumo de este producto, la cual tenía como propósito poder lucir una figura esbelta, pero causaba afecciones al organismo, tales como: diarrea, vómito, orina con sangre y convulsiones.
Extensiones de pestañas usando agujas: En el año 1899 se comenzó a establecer una de las tendencias de belleza dirigida a embellecer específicamente los ojos y por ende la mirada, a través del agrandamiento de las pestañas, por medio de la colocación de cabellos de la cabeza, los cuales eran cosidos por las mujeres con un hilo, desde los bordes extremos del párpado, entre la epidermis y el cartílago; lo cual posteriormente afectaba la salud de los ojos, además de que el procedimiento era doloroso y peligroso.
Vendaje de pies: en la China Imperial, se consideraba que los “pies de muñeca” simbolizaban y representaban a una mujer valiosa y sana, razón por la cual se obligaba a las mujeres a vendarse los pies, para poder usar unos zapatos de menos de 10 centímetros, lo cual deformaba sus pies y causaba grandes daños a la salud de la mujer; por lo cual esta práctica se erradicó por completo en 1949.
Anillos de cuello: Esta es una de las tendencias de belleza, que mayormente se siguen en Myanmar o Birmania desde el siglo XI hasta la actualidad; siguiendo los patrones de belleza de esta zona del mundo; para lograr cuellos más largos, razón por la cual las niñas deben empezar a usar anillos alrededor del cuello desde los 5 años; y a medida que van creciendo se van añadiendo más y más anillos; hasta llegar a cargar unos 11,5 kilogramos; lo cual puede traer lesiones en su columna, con los subsecuentes dolores que se van generando en diversas partes del cuerpo.
Polvos de plomo para el rostro: estas tendencias de belleza se hicieron famosas en los siglos XVI y XVII, sobre todo en la clase alta, con la finalidad de tapar las cicatrices ocasionadas por la viruela; sin embargo, su uso prolongado causaba parálisis facial; pudiendo inclusive deformar el rostro como consecuencia de las parálisis.
Gotas de Belladona: Esta es una de las tendencias de belleza que afectaba la vista, debido a que se basaba en la colocación de unas gotas en los ojos de esta sustancia por demás dañina, con la intención de dilatar las pupilas, y con ello lograr una mirada inocente y pura. Se popularizó en el XIX, y producía frecuentes palpitaciones cardiacas y hasta ceguera.
Duchas vaginales: esta es una de las tendencias de belleza que popularizó una marca de aceites, con la intención de brindar artículos de aseo vaginal efectivos, pero estos productos contenían un químico llamado cresol, el cual por lo general causaba inflamación, quemaduras e incluso podía ocasionar la muerte de las mujeres.
Sin duda cada una de estas tendencias de belleza han puesto en peligro la salud y la vida de muchas mujeres a través del tiempo, y todo por verse bellas de acuerdo a los estereotipos de belleza de cada época, pero debemos recordar que primero está la salud y el bienestar, por lo que tengan mucho cuidado a la hora de decidir aplicarse cualquier tratamiento de belleza que implique riesgos para su integridad física y emocional.
ALFA