Una sensación de calor que atraviesa el cuerpo y el alma, que surca el corazón, provocando cualquier tipo de reacción, y es difícil de controlar. ¿Saben de quién se trata? ¡Ese es el miedo!
Una de las situaciones más comunes del ser humano, es el miedo a lo desconocido, y por ende, el conocimiento lo ayuda a mitigar. Muchas veces, ese miedo no tiene fundamentos lógicos; se trata de algo irracional, sin estar seguros que un evento va a suceder o no.
Las estadísticas reportan que un 25% de la población siente miedo de viajar en avión. Además, es muy limitante porque hace que la persona que padece esta fobia, no pueda concretar el vuelo. El miedo a volar puede afectar a cualquier persona. No obstante, aunque puede perturbar a cualquiera, sin distinción de raza, sexo o cultura, son más propensas a padecerlo las personas creativas y con bastante imaginación. Esa imaginación es desviada a pensar no directamente en el avión, sino en las alturas, en el despegue, en las turbulencias atmosféricas, y en todos los riesgos que un vuelo en avión puede implicar.
Sin embargo, las estadísticas también indican que el avión es el medio de transporte más seguro. Es decir, existe una bajísima probabilidad de padecer un accidente de avión, y de ocurrir éste, la posibilidad de que sea mortal es mínima. Por otra parte, la industria aeronáutica se caracteriza por los estrictos controles de seguridad y de calidad que siguen los aviones, tanto en su fabricación como en su mantenimiento.
El entrenamiento de las tripulaciones es igualmente riguroso, de tal manera que cuando el pasajero entra en el avión, puede tener la seguridad de estar en las mejores manos, y de viajar en el medio de transporte más seguro que existe. En caso de que una de las turbinas sufriera un fallo al despegar, hay que tener la seguridad de que no pasa nada, el vuelo no corre peligro y el avión puede continuar su ascenso de manera normal. Esto es así porque el peso máximo de despegue de un aeroplano, se calcula tomando en consideración, el 50% de la potencia total que le proporcionan todos sus motores.
Mucha gente siente miedo a que el avión se caiga. Físicamente es imposible que esto ocurra. Un aeroplano no puede desplomarse sin más y caer sin control hacia el suelo, un principio físico se lo impide. El aire que fluye por la parte superior e inferior de las alas de un avión genera sustentación, lo que provoca que, en caso de quedarse sin potencia, éste inicie un suave descenso hacia el suelo. Es una maniobra completamente normal.
Para minimizar estos temores es recomendable evitar la ansiedad. Trate de dormir bien la noche anterior. Es aconsejable reservar el asiento en la parte delantera del avión, allí se producen menos movimientos y ruidos. Escuche música suave, relájese y disfrute del viaje.
Viva la experiencia de surcar los aires a miles de metros de altura. ¡Atrévase a volar sin miedos!
¡Excelente artículo! Me animaron a dejar mis miedos de volar en avión, muy satisfecha, ¡gracias!
Me gustaría que más a menudo publiquen material como éste. Para mí fue de gran ayuda, gracias a ustedes
Agradecida por este tipo de artículo. Me hacía falta leer algo así. Me siento más segura de viajar en avión.
Me pareció muy bueno el artículo. Recientemente viajé y no disfruté del viaje, estaba temerosa. Tomaré en cuenta sus consejos. Muchas gracias.
¡Hola! Sí, es muy cierto. Volar a mí me produce un poco de temor, pero me relajo y trato de disfrutar del viaje. Gracias por sus recomendaciones.
Es un artículo interesante que muestra diferentes perspectivas, tomando en cuenta el miedo a volar en contra posición de la seguridad de las aeronaves.