Existe una gran variedad de gemas y piedras preciosas, sin embargo hay una que encanta por su valor y por su belleza, esa sin duda es el impresionante diamante Estrella de África, una joya que se roba la atención del mundo entero por su brillo, vistosidad e importancia para la realeza británica.

Este hermoso diamante fue descubierto por el gerente de área de la minas Premier de Cullian, en el año 1905 y es considerado el segundo más grande del mundo, fue presentado en bruto al rey Eduardo VII de Inglaterra, con un peso de 3.106 quilates, equivalente a 621 gramos y fue cortado en 105 piezas por el conocido lapidario de la realeza, Joseph Asscher.

En principio, el gobierno de Sudáfrica decidió comprar el valioso diamante y entregarlo a su Rey como obsequio por su cumpleaños, como un símbolo de la  lealtad  de  la colonia para con el Imperio Británico, luego de un gran debate fue que decidieron cortarlo. En dicha tarea, el holandés Asscher utilizó herramientas especiales adecuadas para este gran diamante, las cuales se crearon con el fin de seccionar la piedra.

El primer corte se hizo bajo la supervisión de la realeza, quienes se impresionaron al observar cómo se partió la primera cuchilla con la que se pretendía fragmentar la gema,  dicho mineral se partió en dos grandes trozos, después estas dos partes se llevaron a siete piedras mayores y por último en noventa y ocho pequeñas piedras con forma de pequeños brillantes.

Al final de todo este proceso, el impresionante diamante Estrella de África pesó más de 530 quilates, fue el mayor diamante pulido, tallado con una forma de pera de 74 facetas, siendo así el diamante más cortado y facetado del mundo. En ese entonces se colocó en el cetro del monarca; hoy en día se encuentra exhibido en la Torre de Londres, como parte de las joyas de la corona.

El segundo corte se llamó Estrella Menor de África, pesó 317.4 quilates, se talló en forma de cojín y se montó en la parte inferior de la corona de la reina madre, la del Estado Imperial. Y el tercer Cullinan, también cortado en forma de pera, con 92 quilates fue montado en la corona de la reina Isabel, junto al otro famoso  diamante Koh-i-Noor.

Definitivamente un diamante con una historia increíble y una belleza inigualable, indudablemente el mundo de las gemas y la joyería es muy apasionante, sin embargo el diamante en cualquier presentación, ha destacado siempre sobre las demás. Todos los diamantes tienen su historia, normalmente romántica, pero a lo largo de los años algunos han ganado reconocimiento mundial y se han convertido en los más famosos, unos por su tamaño y peso, otros por su color, otros por sus secretos, pero será muy difícil que alguno supere al impresionante diamante Estrella de África, ese que será por los siglos de los siglos la más especial de todas las joyas, un tesoro de la realeza, el consentido de Inglaterra.

ALFA