La ley del mínimo es un principio que se aplicó originalmente a las plantas y a los cultivos, todo esto en función de los nutrientes, que son los que causan el efecto del crecimiento de las plantas. Del mismo modo, el aplicar ésta ley a los seres humanos, los inicia en esa escala de formación de vida, que a través del tiempo, va fomentando las caídas y las subidas a las que usted se somete en complacencia con sus acciones.
Usted hace un esfuerzo mínimo cuando sus actos están motivados desde el amor; caso contrario se presenta cuando busca el poder para controlar a otras personas que circulan a su alrededor, sin darse cuenta que lo que está es derrochando energía.
Cuando nos empeñamos en demostrar algo, o buscar a través de otros la prosperidad, estamos echando en saco roto todos nuestros esfuerzos. El ser humano siempre se empeña en quemar las energías en consecuencia de perseguir, en lugar de disfrutar la felicidad que se le está haciendo presente.
Usted tiene todo el derecho y obligación de sembrar sus semillas de prosperidad, pero, seguramente se preguntará ¿cómo lo hace?, pues, muy sencillo: debe poner su fe, constancia y perseverancia en cada acción consciente que usted emprenda para conseguir ese sueño “irrealizable”; éste será el único e ineludible modo de alcanzarlo.
La ambición atrapa, y ésta desconecta su mente, no permitiéndole adquirir los nutrientes necesarios para crecer y alcanzar sus metas. Los expertos, por lo regular recomiendan hacer un mapa del tesoro, en donde usted va a plasmar y visualizar todas las metas que desea alcanzar, por supuesto, planteando en ese mapa un recorrido de búsqueda tal como si estuviera buscando un tesoro.
Todo lo que usted desea en este mundo de prosperidad, lo puede alcanzar aplicando la ley del mínimo y el esfuerzo, siempre tratando que sus ambiciones no sobrepasen los límites del pedir y el recibir. Otra acción recomendada es la aplicación del Feng Shui en su casa, para que así pueda mover su energía y logre lo que en verdad quiere.
Si usted desea poner en marcha la ley del mínimo y el esfuerzo, entonces debe tener disciplina, constancia y devoción por sus sueños. ¡Le ha llegado el tiempo de sembrar con amor, fe y esperanza!, ¡es el momento de usted encontrarse!
Domine el universo y libérese de preocupaciones que no le permiten crecer, deshágase de todo lo negativo con armonía y amor, crea en el éxito y en la posibilidad de alcanzar la buena fortuna. Nunca será libre hasta que no acumule la energía suficiente para su propio bienestar; aplique la ley del mínimo hasta agotar sus propios esfuerzos.
Todos somos energía, y es preciso conservarla hasta la última gota. No es recomendable que la ceda a otros que jamás se harán cómplices de cada esfuerzo que usted emprende para alcanzar sus sueños; solo obtenga lo que le corresponde por derecho.
Las preocupaciones no permiten crecer al individuo, hay que apartar las preocupaciones para que todo lo bueno y positivo fluya. Me fascinó este artículo
Agradecida por la información y enseñarme como lograr como atraer para mi y los míos la prosperidad Excelente
Totalmente de acuerdo, todos tenemos la obligación de plantar nuestra semilla y cosecharla. Que buen artículo