El pudor es nuestro recato, la modestia, la vergüenza y honestidad que tenemos hacia nuestro cuerpo cuando nos vemos en la necesidad de desnudarnos. Usted, con respeto a sí mismo, intenta proteger siempre su intimidad, ese espacio suyo que es privado y que nadie tiene derecho a violarlo al menos que usted dé su autorización y consentimiento.
Cuando se es niño lo permitimos, porque no estamos conscientes de lo sagrado que es proteger nuestro cuerpo de miradas extrañas; y dentro de esa inocencia, pensamos que desnudarnos frente a un público es normal. Cuando usted va creciendo siente instintivamente que su cuerpo es sagrado, el pudor al sentirse desnudo lo obliga a cubrirse.
El pudor siempre ha estado relacionado con las convicciones de la sociedad. Para unos, es destinado solo a la privacidad, aunque para otros, es un modo considerado de lo más normal desnudarse delante de personas extrañas. En la actualidad existen muchas personas que no comulgan con el pudor, y de forma natural, hacen “top less” en una playa o al visitar un campo nudista.
Su cuerpo es un templo, y solo usted tiene el derecho de expresar su pudor y mantenerlo en perfecta comunión con la naturaleza, sus acciones, gustos y convicciones son las que le dan derecho a exhibirlo.
El pudor que debe sentir el ser humano en relación con su cuerpo ha cambiado de manera transitoria y radical, por ejemplo, en el siglo XVIII era considerado de mala educación desnudarse delante de otras personas, pero éste desaparecía al hacerlo delante de los criados. Durante el imperio romano, las personas realizaban sus negocios completamente desnudos dentro de una alberga, un tipo de comportamiento que en la actualidad jamás usted tendría.
Es sumamente curioso que, históricamente la mujer haya demostrado tener más pudor que el hombre. Todo debido a que la mujer siempre ha sido más recatada, y en esto juega un papel muy importante su educación y la imposición de la sociedad que no se lo permite.
La sociedad está colmada de imposiciones, reglas y leyes que siempre han ido en complacencia a discriminar a la mujer, y eso lo podemos observar en los países islámicos donde queda establecido como ley, que la mujer debe ser pudorosa y no tiene ningún derecho a mostrar ni un centímetro de su cuerpo.
Ha quedado demostrado que el pudor que usted puede sentir es muy diferente al de otras personas. Cuando lo siente, lo expresa de muchas maneras, bien sea por situaciones traumáticas, reflejándolo físicamente a través de su cuerpo al ponérsele la piel sonrojada, incitación a la tartamudez, y sudoraciones en las manos.
Su cuerpo es un santuario que debe ser respetado en todos los sentidos, usted es el único que permite hasta donde puede ser observado. Intente conservarlo intacto porque el sentir pudor, es solo sentir la magnificencia de lo más sagrado que merece respeto, aceptación y admiración.
ALFA