Para algunos la felicidad es el camino, para otros la meta; pero sea cual sea la vía correcta cada quien procura un método para conseguirla. En la gama de métodos, instrumentos y pensamientos que aseguran esta anhelada conquista, también existe una lista de 10 rituales para la felicidad a los que muchas personas suelen recurrir con éxito.

Al contrario de lo que se puede pensar en primera instancia, los rituales para la felicidad no se relacionan obligatoriamente con hechizos o magia, sino con la capacidad de cambiar los pensamientos a nuestro favor.

Identificar emociones y pensamientos negativos: este ritual tiene que ver con poner nombre a cada emoción; tristeza, miedo, ira. Es la única forma de que el cerebro identifique lo que está experimentando y lo pueda canalizar en lugar de reprimirlo

Tomar decisiones: según científicos de la Universidad de Harvard, este ritual o ejercicio tiene que ver con plantearse cómo reaccionar ante una situación determinada. Este ejercicio causa menos estrés en el cerebro; no necesariamente se deben cumplir el cien por ciento de las decisiones, con el treinta por ciento es suficiente para que el cerebro reduzca los niveles de ansiedad o de infelicidad.

Gratitud: De acuerdo con el investigador neurocientífico de la Universidad de California en Los Ángeles, Alex Korb, la mejor forma de cuestionar los pensamientos que nos impiden ser felices es preguntándonos porqué estamos agradecidos. Este ejercicio ayuda a liberar la dopamina que es un neurotransmisor responsable del placer y la motivación.

Madrugar: nadie puede aprovechar las oportunidades de la vida desde las sabanas de la cama, por ello madrugar es uno de los rituales necesario para poner en orden nuestras ideas y nuestra vida.

Visualización: es una herramienta poderosa para alcanzar la felicidad. Según la filosofía zen todo lo que pasa en nuestra mente lo convertimos en acción, por ello es importante tomar un tiempo para visualizar claramente aquellas cosas que esperamos en nuestra vida.

Alimentación saludable: difícilmente se puede ser feliz en un cuerpo enfermo. En este sentido la alimentación es una de las claves para mantener una buena salud y por ello debemos poner de nuestra parte para tener una dieta equilibrada.

Establecer objetivos para alcanzar metas: ningún sueño importante se cumple de un día para otro. Por ello, todos los días podemos trabajar un poco para lograr aquello que deseamos; ahorrar para el viaje que queremos, escribir un capítulo de nuestro trabajo de grado, ir al gimnasio, son pequeñas acciones que hacen la diferencia.

Regalarnos tiempo: entre las premuras del día a día siempre debe haber un espacio para nosotros mismos, bien sea para relajarnos, organizar ideas y tomar el impulso necesario para continuar con ánimo cualquier plan.

Sonreír: cuando se habla de felicidad la risa no puede ser ajena a este sentimiento. No siempre hay que esperar una broma o “la ocasión” para sonreír, sino que es un regalo que podemos hacernos a nosotros mismos frente al espejo e inmediatamente notar como nuestro día cambia positivamente.

La felicidad se construye de muchas acciones y pensamientos, que una vez que aprendemos a identificar nos preparan para disfrutar de este maravilloso regalo de la vida.

ALFA