Síntomas del envejecimiento: El envejecimiento es una de las preocupaciones más antiguas del ser humano. Según los expertos en el campo de la fisiología del envejecimiento, es a partir de los 30 años cuando nuestro organismo empieza el proceso de cambio (tanto fisiológico como morfológico) como consecuencia de la acción del tiempo. Reconocer los síntomas de envejecimiento puede ayudarnos a retrasarlo. La prevención es la clave para ralentizar este proceso y debemos actuar cuanto antes.

Causas del envejecimiento

El envejecimiento de nuestro organismo es causado por diferentes factores, pero básicamente se debe a dos procesos que nuestro organismo lleva a cabo al mismo tiempo: la degeneración progresiva de las células y la pérdida de la capacidad regenerativa. En estos procesos, los telómeros y los radicales libres tienen un papel importante.

Síntomas del envejecimiento

Los telómeros los encontramos en nuestras células, en el ADN, y son los que marcan la vida celular. Con el paso del tiempo y como consecuencia de su actividad esencial, los telómeros se acortan ocasionando, al llegar a su nivel mínimo, la muerte de la célula.

Por otro lado, los radicales libres poseen una gran capacidad para dañar las células, incluidos lípidos y proteínas, provocando la pérdida o alteración de su función. Los antioxidantes son los encargados de frenar estos radicales libres pero, con el transcurso del tiempo, van perdiendo efectividad provocando el estrés oxidativo.  Factores ambientales y de comportamiento poco saludables como el tabaco, la exposición prolongada al sol, la contaminación, etc.  pueden favorecer la proliferación de radicales libres en nuestro cuerpo y acelerar su envejecimiento.

Síntomas de envejecimiento

Los síntomas de envejecimiento no tienen por qué ser los mismos para todos, ya que principalmente dependerán de los genes de cada uno. Pero hay ciertos síntomas de envejecimiento que sí podemos generalizar, aunque su aparición pueda variar dependiendo de la actividad y entorno de la persona.

La disminución del colágeno,  la aparición de arrugas y la pérdida de firmeza en la piel

Las arrugas suelen ser los primeros síntomas de envejecimiento visibles. Empiezan como finas líneas en diferentes zonas de nuestro rostro que van aumentado en cantidad y en tamaño con el paso del tiempo. Las arrugas suelen empezar en los ángulos externos de los ojos, apareciendo las tanto temidas patas de gallo.

 Con el tiempo se van acentuando y van apareciendo nuevas líneas en las mejillas, en la frente y entre las cejas. Estas dos últimas, junto con las aparecidas a los lados de la nariz, surgen  como consecuencia de la expresión facial y  se van profundizando a lo largo del tiempo.  Pero no sólo las arrugas son un síntoma de envejecimiento cutáneo.

La pérdida de firmeza y tonificación es otro síntoma de envejecimiento visible con el tiempo provocando una pérdida de definición en la piel del rostro y el área del cuello y pecho. No sólo el paso del tiempo, la larga exposición de nuestro rostro a los rayos UV provoca lo que se denomina fotoenvejecimiento, produciendo  manchas y una desigual pigmentación en nuestra piel.

Síntomas de envejecimiento en  vista, oído y gusto

Los sentidos también envejecen y se ven afectados por el paso del tiempo:

  • La pérdida de capacidad visual
  • Es uno de los síntomas de envejecimiento más prematuros, ya que los primeros síntomas de su deterioro aparecen a partir de los 40 años.

Este deterioro es causado por la pérdida de elasticidad del cristalino que  provoca una falta de visión cercana (Presbicia).

Pérdida de audición

Los primeros signos de pérdida de audición relacionada con el envejecimiento (presbiacusia) son las dificultades para comprender las palabras cuando el ruido de fondo es elevado (por ejemplo en un restaurante), hablar más alto de lo normal sin ser consciente de ello, oír un zumbido en los oídos (tinnitus) y la incapacidad de oír determinados sonidos agudos o de alta frecuencia (Los sonidos del habla que contienen las frecuencias más altas son las consonantes S, T, K, P y F).

Pérdida de los sentidos del gusto y del olfato

Otros síntomas de envejecimiento se detectan tanto en el olfato como en el gusto. El número de papilas gustativas disminuyen con la edad y empiezan a encogerse. Por tanto perdemos sensibilidad. Además, producimos menos saliva a medida que envejecemos, lo que provoca cierta resequedad que puede afectar el sentido del gusto.

El olfato puede disminuir, debido a la pérdida de terminaciones nerviosas y la menor producción de moco en la nariz. El moco ayuda a que los olores permanezcan en la nariz el tiempo suficiente para que sean detectados por las terminaciones nerviosas.

Ciertos factores aceleran o contribuyen a la pérdida de los sentidos del gusto y del olfato: algunas enfermedades, el tabaquismo y la exposición la contaminación del aire.

Pérdida de memoria

La pérdida de memoria es otro síntoma de envejecimiento.  El envejecimiento origina pérdidas del volumen de nuestras neuronas cerebrales por lo que el flujo de información tiende a ralentizarse, perdemos atención y concentración y la asimilación de nueva información también pierde velocidad.

Es importante destacar que en un envejecimiento normal no influye ni en la pérdida de recuerdos lejanos ni en las habilidades practicadas con asiduidad. Esta pérdida drástica de memoria se debe a enfermedades como las enfermedades neurodegenerativas (Alzeimer, mal de Parkinson o demencia senil entre otras), traumatismos o bien como consecuencia de una vida poco saludable  (mala alimentación, escasa práctica de ejercicio, etc.)

Pérdida de la capacidad inmunitaria

La pérdida de capacidad inmunitaria es otro de los síntomas de envejecimiento más importantes de nuestro organismo. Como consecuencia de la disminución de la capacidad regenerativa de nuestras células y la acción de los radicales libres, nuestra capacidad inmunitaria se ve reducida y, como consecuencia, aumenta la posibilidad de contraer enfermedades.

La alteración el sueño

Del mismo modo que perdemos visión o aparecen arrugas en nuestro rostro, con el transcurso del tiempo nuestro sueño se vuelve más frágil, se interrumpe con más frecuencia por la noche y nos levantamos más temprano.

Esto no significa que necesitemos dormir menos si no que las fases del sueño profundo se acortan, nos afectan las preocupaciones, quehaceres y responsabilidades diarias y, además,  aumenta la necesidad de orinar, por tanto el sueño se rompe más a menudo por la noche.

La falta de actividad física y las siestas también son motivo de un cambio en el sueño. Una vida saludable y la práctica de ejercicio diario pueden ayudar a reducir las alteraciones de los patrones del sueño.

¿Qué se considera envejecimiento?

El envejecimiento es la suma de los diferentes cambios que se producen en una persona conforme va pasando el tiempo, los cuales van dando lugar a un progresivo deterioro funcional que, finalmente, acaba desembocando en la muerte.

¿A qué edad se comienza a envejecer?

Es difícil saber a qué edad se comienza a envejecer, ya que debemos entender el envejecimiento como un proceso progresivo, el cual puede ser más rápido o más lento en función de cada persona.

Sin embargo, aproximadamente podremos establecer la edad de 35 años cuando empezamos a observar que el tiempo empieza a pasar para nosotros, mientras que generalmente a los 40 años es cuando se empiezan a notar más estos signos de envejecimiento.

En el caso de la mujer, la menopausia que suele llegar a partir de los 45 años, es cuando experimenta un cambio más brusco al reducir la producción de estrógenos, mientras que el hombre comienza con la andropausia entre los 40 y los 50 años, que es cuando empieza a generar menos testosterona.

¿Por qué hay personas que envejecen antes que otras?

Tal y como comentábamos antes, no existe una edad a partir de la cual se considere que el cuerpo empieza a envejecer, ya que esto puede variar mucho de una persona a otra, de ahí el por qué unas personas envejecen antes que otras.

Hay que tener en cuenta que el modo en el que nos hayamos cuidado en los años previos, nuestro estilo de vida así como la propia genética, van a ser determinantes a la hora de que comiencen a aparecer las señales de envejecimiento.

De esta manera, hay personas que observan señales de envejecimiento prematuro, es decir, antes de los 40 años ya están experimentando cambios bastante marcados, mientras que otras sigue manteniendo una apariencia joven hasta edades mucho más avanzadas.

Sin embargo, hay que tener en cuenta que no existe ningún truco mágico para descubrir cómo detener el envejecimiento, sino que cada persona irá evolucionando en función del modo en que cuide su salud y en base a los patrones genéticos que evidentemente son ajenos a nuestro control.