Lo que no sabías del té verde: El té verde recibe su nombre por el color que adquieren las hojas del té en el proceso diferenciador, en la fermentación y el secado. Es un tipo de que procede la planta Camellia sinensis.

Esta variedad se elabora con las hojas más frescas del arbusto o con los brotes nuevos que no se han oxidado todavía y no se han fermentado. Se denomina así debido a su color pálido.

Propiedades

Las propiedades del té verde están relacionadas con sus principios activos. Entre ellos, están las xantinas, sustancias en las que destacan la cafeína, la teofilina y la teobromina; que estimulan el sistema nervioso central, lo que nos ayuda a mantenernos despiertos y combatir la fatiga.

”También ejercen un efecto de relajación de la musculatura lisa, ya que es broncodilatador, y produce vasoconstricción de la circulación cerebral, efecto beneficioso en casos de migraña”; informan Antonio Blanquer, biólogo especialista en Fitoterapia y plantas medicinales y Caridad Gimeno, médico y experta en Nutrición, ambos profesores de la Universidad CEU Cardenal Herrera, en Valencia.

Su cualidad más conocida es la de ser un producto antioxidante, lo que se debe a las sustancias conocidas como polifenoles y su aporte de vitaminas B y C.

Tipos

Existe una gran diversidad de tipos del té verde que varían por la forma de recolección o de elaboración de los diferentes países asiáticos.

Un ejemplo son los diferentes tipos de té verde japoneses que podemos encontrar: gykuro, sencha, bancha, matcha, hojicha, genmaicha, kukicha, mugicha y sakurabacha. Otros procedentes de China son: lung ching, gunpowdwer y pi lo chun.

Beneficios del té verde

Uno de los principales efectos del té es su eficacia como antioxidante, gracias a sus compuestos polifenólicos que resultan ser muy beneficiosos para la salud.

En especial el té verde, y también el negro, son buenos para tratar el colesterol; ya que son capaces de rebajar la oxidación de lo que se conoce como “colesterol malo” y el riesgo de enfermedad cardiovascular, tal y como apuntan los expertos. Funciona bien para mejorar la circulación sanguínea y para el sistema digestivo, ya que hablamos de una infusión con propiedades diuréticas.

También pueden ser utilizados para tratar la diarrea. Es por esto que, a la hora de decidirse por un té u otro en un proceso de adelgazamiento, quizá haya mayoría a favor del té verde, ya que, al contrario de otros como el té negro; tiene mayor contenido en polifenoles. Aunque todas las variedades del té son antioxidantes.

Todos coindicen en aconsejar que los mejores momentos del día para tomar estas infusiones  es: una a media mañana; otra después de comer y una última por la noche.

Con respecto a la cuestión que siempre se plantea sobre si estas infusiones adelgazan los expertos señalan que el té “presenta un efecto lipolítico; dicho de otro modo; “quemagrasa” en el que están involucrados los compuestos polifenólicos y la cafeína”, siendo el té verde el más eficaz.

Aunque destacan que, en caso de tomarlos con el fin de perder peso, siempre deben ser utilizados como coadyuvantes y teniendo en cuenta que “lo más importante es seguir una dieta adecuada y hacer algo de ejercicio físico”. Por tanto, no se debe basar una dieta en un solo producto adelganzante.

Trucos para cocinar con té verde

  • Si en la receta que se va a elaborar el té debe infusionarse en leche, es preferible que sea de soja, avena o similar. La de vaca reduce su poder antioxidante.
  • Para obtener el sabor del té reduciendo su amargor, se hace la infusión en frío. Simplemente se deja el té en el agua a temperatura ambiente, de un día para otro.
  • Por el contrario, si se quiere amargo, se hace la infusión con agua hirviendo y se deja mucho tiempo. Cuanto más tiempo, más amargo resultará, y si después se sigue cocinando, seguirá ganando en intensidad.
  • Como su sabor ligeramente amargo es opuesto al dulce, es el complemento perfecto para postres. La búsqueda del contraste enriquece los platos.
  • Resulta muy recomendable al hacer caramelo con azúcar, porque así sus efectos antioxidantes protegen en parte de los efectos nocivos del azúcar tostado.
  • Es importante tener en cuenta que en recetas muy saladas, con condimentos como la soja, el sabor del té queda anulado casi por completo.
  • Un último truco: añadido en infusión en la elaboración de mermeladas, además de aportar su sabor especial, ayuda a que se conserven y los resultados son sorprendentes y muy innovadores.

Receta

Sorbete

INGREDIENTES (PARA 4 PERSONAS):

  • 2 melocotones muy maduros
  • 150 ml de té verde al melocotón
  • 400 ml de té verde a la menta
  • 50 ml de té verde concentrado
  • 260 g de azúcar moreno o de sirope de arce
  • 30 g de pistachos pelados
  • 1 limón (su zumo)

PREPARACIÓN (15′ + 15′ DE COCCIÓN + 1 H. 30′ DE REPOSO):

  1. Mezcla el té verde a la menta con 150 g de azúcar lleva a ebullición y cuece 10 minutos. Deja enfriar. Guarda en el congelador y remueve cada 20 o 30 minutos hasta que ya no se formen cristales.
  2. Mezcla el té verde al melocotón con una cucharada de azúcar, el zumo de medio limón y los melocotones. Tritura todo y tamiza por el chino. Refrigera.
  3. Mezcla el té verde concentrado con 100 g de azúcar y el zumo del otro medio limón. Calienta en un cazo hasta conseguir el caramelo. Cubre un papel de hornear y con la ayuda  de una cuchara extiende el caramelo en la forma que desees, espolvorea con los pistachos previamente picados y deja enfriar.
  4. Sirve en un plato sopero la sopa fría de melocotón con la bola de sorbete de té verde coronada por un trozo de cristal de caramelo.