Instintos que nunca debes ignorar: Los seres humanos somos animales racionales, capaces de usar la lógica y el pensamiento en lugar de guiarnos por impulsos. Esto nos ha permitido avanzar y evolucionar en diferentes aspectos, tanto a nivel individual como social. Sin embargo, con frecuencia caemos en el error de ser excesivamente mentales y olvidamos que disponemos de otros valiosos recursos para funcionar en el día a día. Por ello, queremos recordarte algunos instintos que no debes ignorar.

Instintos que nunca debes ignorar

Los instintos van mucho más allá de beber cuando tenemos sed o luchar cuando estamos en peligro. En realidad, son todos aquellos impulsos interiores que provocan una emoción y una acción sin necesidad de que medie la razón. Así, son reacciones naturales que favorecen la supervivencia y el bienestar.

Con el tiempo, y con la socialización que recibimos, aprendemos a ignorar y desestimar muchos de ellos. En ocasiones, pensamos que guiarnos por la intuición o las sensaciones nos hace débiles o poco inteligentes. Sin embargo, si logramos hacer uso de estos recursos, nuestra vida puede mejorar notablemente.

Instintos que nunca debes ignorar: Tus instintos encierran un mensaje

 Sensación de peligro. Es probable que alguna vez hayas tenido la sensación de estar en peligro y te hayas preguntado si es real o solo estás exagerando. Cuando sientes una punzada de angustia, que te motiva a salir corriendo, lo primero que piensas es que se trata de tu imaginación. Sin embargo, cuando percibes que estás en peligro, es mejor actuar. Lo mismo vale para los problemas de salud, en esas ocasiones en las que sentimos que algo no anda bien pero no podemos precisar de qué se trata. 

Por supuesto, no se trata de caer en la hipocondría o la paranoia sino de escuchar un poco más las señales que envía nuestro cuerpo. De hecho, recuerda que nuestro inconsciente capta más información de la que podemos procesar de manera consciente por lo que a veces, la percepción del peligro proviene de este y deberíamos prestarle atención. 

Primera impresión. La primera impresión es un mecanismo a través del cual atribuimos rasgos estables de personalidad basándonos en pequeños elementos, casi siempre pistas visuales, como el rostro de una persona, la ropa que lleva o la forma de moverse. Este proceso es muy básico pero nos resulta útil para guiarnos cuando no conocemos prácticamente nada de la otra persona, lo cual significa que también podría ser peligrosa.

Por tanto, mientras que la primera impresión no se convierta en un estereotipo, a veces es conveniente dejarse llevar por este mecanismo de señalización que nos puede llevar a acercarnos a una persona o a alejarnos, si consideramos que puede representar una amenaza para nuestra integridad física o psicológica.

 Decisión correcta. Todos los días tomamos decisiones, algunas nos llevan apenas unos segundos, otras son más importantes y nos ponen delante de una encrucijada. Para tomar una buena decisión, sobre todo cuando se trata de una elección que puede cambiar tu vida, se recomienda que tomes cierta distancia del problema, así podrás valorar las diferentes opciones desde una perspectiva más objetiva. 

Sin embargo, las emociones no son tus enemigas. De hecho, antes de tomar una decisión definitiva, es conveniente que explores cómo te sentirías. Deja hablar esa parte que te dice que estás tomando el camino correcto o que te estás equivocando. No se trata de que te dejes guiar exclusivamente por tu instinto pero sí de que lo escuches porque si te sientes incómodo con una decisión, es probable que no sea buena para ti.

Emoción ante una oportunidad

La vida es una constante toma de decisiones y recurrir única y exclusivamente a la razón no siempre es el mejor modo de abordarlas.

En ocasiones, se nos presentan oportunidades que nos emocionan, nos despiertan y nos motivan; sentimos excitación, exaltación y energía hasta que el exceso de razonamiento nos paraliza. Comenzamos a pensar entonces en los contras, a imaginar toda clase de escenarios negativos y resultados desagradables y desestimamos ese impulso inicial.

Si se presenta ante ti una oportunidad, un camino o una idea que se siente alineada a tu propósito, a tus valores o a tus deseos, escucha ese instinto. Puede ir desde mudarte a otro país hasta empezar un emprendimiento; en cualquier caso, aunque sea una opción novedosa o revolucionaria y aunque esté cargada de incertidumbre por salirse de los parámetros más convencionales o de lo que habías planeado para ti, tal vez sea el cambio que tanto habías esperado.

Sensación de malestar y peligro

¿Alguna vez te has sentido en peligro en un determinado lugar o junto a ciertas personas, aunque no puedas explicarlo racionalmente?

Quizá estar junto a tu pareja te genera ansiedad, tal vez ese nuevo empleo te obliga a mantenerte en constante alerta o sientes que salir con tu grupo de amigos te drena la energía. ¿Cómo actuar si no hay un motivo lógico o claramente visible que te lleve a experimentar esas sensaciones?

Aunque no puedas identificar el origen de tus emociones, estas son tu mejor guía; por ello, actúa en consecuencia. Si algo se siente mal, probablemente es porque está mal. Aprende a escucharte y toma medidas al respecto.

Señales corporales

Algunos de los más importantes instintos que no debes ignorar son los relacionados con tu salud física y mental. Parecería obvio pensar que todos somos capaces de identificar cuándo tenemos hambre y cuándo estamos saciados, si necesitamos dormir más o si es preciso bajar el ritmo laboral, pero esto no siempre ocurre.

Instintos que nunca debes ignorar

Nos hemos acostumbrado a vivir como autómatas, regidos por la rutina y no por las señales que nos envía nuestro cuerpo. Así, no logramos identificar si un tipo de alimento nos sienta mal, si una postura inadecuada es la culpable de nuestros dolores de espalda o si el estrés está comenzando a afectarnos.

Afortunadamente, para aprender a identificar estas señales podemos ayudarnos del mindfulness. Estar presentes en cada momento nos permitirá percibir qué sentimos y necesitamos.

Necesidad de comunicación

Las personas no siempre somos tan claras y asertivas cómo deberíamos y podemos llegar a ocultar nuestras emociones con gran maestría.