Hongos en la piel: Cualquier afección que aparezca en la piel como consecuencia de un hongo es conocida como micosis. Los hongos son organismos parasitarios que se pueden alojar en casi cualquier parte del cuerpo, especialmente en aquellas en las que se presenta mucha humedad. Esta es una de las enfermedades más comunes en las personas, y lo más probable es que todos, en algún momento de nuestras vidas, hayamos tenido algún tipo de hongo en la piel. No obstante, aunque puedan generar molestias por la picazón, los hongos no necesariamente van a generarnos una infección.
Continúa leyendo esta guía para conocer todo acerca de los hongos de la piel: cómo puedes prevenirlos, cuáles son sus síntomas, cuál es el tratamiento y qué recomendaciones existen.
Hongos en la piel: ¿Qué son?
Todos los hongos son microorganismos que pueden convivir con los seres humanos de forma permanente. Existen millones de tipos en el planeta, mientras que unos 300 pueden afectarnos y suelen ser muy difíciles de eliminar, pues su composición los convierte en agentes con un alto índice de supervivencia. Las micosis de la piel se dividen en dos grupos: las cutáneas, en las que se afecta la superficie, y las subcutáneas, que afectan la dermis, que es una capa interna.
Hongos en la piel: Tipos
Existen diferentes tipos de hongos y afecciones por micosis en piel, que se clasifican según la zona del cuerpo que afectan y el hongo que origina la patología. Estos son:
Pitiriasis versicolor
Es causada por un hongo llamado Malassezia furfur, al que se lo conoce como hongo de playa. Debido a que afecta la producción de melanina al momento de la exposición al sol, impide que la piel se broncee, generando manchas blancas que descaman. Esta afección puede aparecer en la espalda, los brazos, la cara, el cuello, el pecho y los hombros.
Onicomicosis
Es un hongo que genera un color amarillo en las uñas, y además la deforma. Esta micosis suele afectar especialmente a las uñas de los pies.
Pie de atleta
Su origen está en los hongos Trichophyton, Mycrosporon o Epidermophyton. Afecta la zona de la planta y la parte interna de los dedos de los pies. Esta micosis genera sarpullido y descamación, especialmente influida por la humedad que se guarda en esa zona del cuerpo.
Candidiasis
Es resultado del hongo llamado Candida albicans, que habita naturalmente en la boca y la zona genital. La candidiasis de la boca suele afectar especialmente a bebés y a personas con un sistema inmune débil.
Tiña inguinal
La ocasiona el hongo Tinea cruris y afecta la piel de los genitales, así como la zona interna de las nalgas y los muslos. Suele generar sarpullido y unas manchas rojizas en forma de anillos.
Tiña capitis
Esta micosis afecta especialmente la zona de la cabeza, generando en algunos casos pérdida de cabello por su efecto sobre el cuero cabelludo. Es causada por un grupo de hongos llamados dermatofitos.
Tiña Coporal
Es una erupción de color rojizo con espacios de piel más claros en el medio. Suele tener una forma circular que produce picazón.
Pronóstico de la enfermedad
En algunos casos las infecciones superficiales por hongos puede curarse por sí solas, pero la mayoría de las infecciones más graves requieren tratamiento por parte de un especialista.
Por otro lado, las infecciones que se desarrollan en el interior del organismo son las más graves, y si no se tratan pueden conllevar consecuencias de forma permanente.
Síntomas de los hongos en la piel
Algunos de los síntomas más comunes son:
- Discromía o alteración de la pigmentación de la piel (manchas blancas, rojas o marrones, con bordes escamosos y elevados).
- Puede provocar alopecia en forma de parches en el cuero cabelludo.
- Prurito.
- Inflamación e irritación.
- Onicomicosis.
- Dermatofitosis o tiña del cuerpo.
- Pie de atleta o tiña del pie: resquebrajamiento, dolor y escozor entre los dedos de los pies, piel en carne viva, descoloramiento y debilitamiento de las uñas.
- Malassezia.
- Dermatofítides: provoca pitiriasis versicolor, una micosis superficial, llamada pitiriasis versicolor.
Diagnóstico de hongos en la piel
Para el diagnóstico de los hongos en la piel, el especialista puede recurrir a diferentes pruebas médicas, como:
Análisis de sangre.
Toma de muestra y análisis de escamas de la piel, pelos y fragmentos de uñas para analizarlos en el laboratorio.
Frotis para hongos.
Uso de la lámpara Wood que emite una luz ultravioleta y permite identificar el tipo de fluorescencia del hongo en cuestión.
Examen de una muestra de un ganglio linfático para identificar los microorganismos que causan la infección.
¿Cuáles son las causas de los hongos en la piel?
Las causas del ataque micótico pueden ser varias, pero siempre están relacionadas con la disminución de las defensas inmunitarias:
- Dieta incorrecta.
- Falta de higiene.
- Estrés.
- Exceso de calor.
- Sudoración excesiva.
- Uso de ropa demasiado ajustada.
- Uso prolongado de fármacos inmunosupresores, antibióticos o medicamentos a base de cortisona.
- Padecer enfermedades que afectan al sistema inmunológico.
Otro de los posibles factores que influye en la aparición de hongos se asocia a la humedad, especialmente en la época estival junto al incremento de hábitos como: ir a la piscina, instalaciones deportivas, duchas comunes, etc.
Causas de los hongos
Como hemos mencionado, es muy común sufrir de algún episodio por hongos en la piel, esto se produce normalmente por debilidad en el sistema inmunitario. Los ambientes cálidos y húmedos son los escenarios perfectos para la aparición de estas infecciones, sumado a factores como una sudoración exagerada de la persona afectada o sufrir de enfermedades como diabetes o dermatitis.
Entre otras, estas pueden ser causas para la aparición de hongos:
- Mantener una higiene deficiente.
- Calores excesivos: implican un aumento en la sudoración, lo que puede afectar las zonas más húmedas del cuerpo.
- Usar ropa muy pegada al cuerpo.
- Consumo de medicamentos como antibióticos o inmunosupresores.
- Contacto con personas que ya tengan hongos y nos contagien.
Tratamiento para los hongos
El tratamiento para la micosis dependerá de cuál sea el tipo que esté afectando al paciente, aunque normalmente se hace con medicamentos y cremas especiales para eliminar los hongos.
Para la pitiriasis versicolor se utilizan cremas antifúngicas aplicadas en la zona afectada.
Para la onicomicosis se suelen usar tabletas antimicóticas, recetadas por un dermatólogo. Estos medicamentos son efectivos para eliminar el crecimiento del hongo.
El pie de atleta normalmente es tratado con cremas o pomadas antifúngicas. No obstante, hay casos que van a requerir antimicóticos por varias semanas o meses.
La candidiasis es tratada igualmente con antifúngicos orales, que puede venir en presentación de enjuague o geles. En caso de requerir otro medicamento, se suele apoyar el tratamiento con antifúngicos en pastillas.
La tiña inguinal y la tiña corporis o corporal son tratadas con cremas antifúngicas.
Para el caso de la tiña capitis además de los antifúngicos orales que se receta, es normal que tu médico te indique utilizar una loción o shampoo especializado para el cuidado tanto del cuero cabelludo, como del cabello.
En algunos casos el hongo puede producir efectos más fuertes debido a una infección por bacteria. Si esto se produce, será necesario el consumo de antibióticos que controlen y eliminen la infección.
Es importante que recuerdes visitar a tu médico en caso de que tengas cualquier tipo de hongo. Si bien estos normalmente no ponen en riesgo tu vida, todo tratamiento debe estar supervisado por un profesional de la salud.
¿Qué debo hacer para prevenir los hongos?
La prevención de los hongos va a depender mucho de tus hábitos de higiene y limpieza diarios. Debes estar atento para evitar la humedad en tu cuerpo, especialmente en las zonas donde ésta más se acumula. Algunos de los mejores métodos de prevención son los siguientes:
Evita compartir elementos como trapos, toallas, ropa o cualquiera que tenga contacto directo con tu piel.
Lava constantemente tus manos y pies, y sécalos muy bien, especialmente en lugares como la ingle, la pelvis, las axilas y los pies.
No es recomendable caminar descalzo en superficies que puedan guardar mucha agua o humedad, como piscinas, duchas, saunas, turcos, entre otros.
Mantén tu cuerpo fresco y ventilado.
Utiliza principalmente ropa hecha en algodón y que no sea muy ajustada o pegada a tu cuerpo.
Si vas a nadar en la piscina o el mar, procura cambiarte rápidamente la ropa una vez hayas terminado, para no mantener tu cuerpo húmedo.