El Embarazo en la adolescencia es un problema grave que afecta a millones de mujeres en todo el mundo pero, sobre todo, en regiones pobres de África, Asia, Latinoamérica y Europa.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que aproximadamente 17 millones de adolescentes dan a luz cada año. No es ninguna casualidad que el embarazo precoz sea la segunda causa de mortalidad en chicas de 15 a 19 años.

La situación puede deberse a varios factores, pero el contexto suele ser similar. Son jóvenes que viven en zonas pobres y que, por tradición o por cultura, no valoran alternativas al embarazo adolescente.

Sin embargo, es muy importante conocer las causas del embarazo en la adolescencia, los riesgos que tiene asociados y también las consecuencias que puede provocar en la madre, el niño o la niña e incluso su impacto familiar.

Causas del embarazo en la adolescencia

Dos de las principales causas del embarazo en la adolescencia están directamente relacionadas con el nivel de vida y la pobreza de los habitantes de un país, son:

Relaciones sexuales sin el uso de métodos anticonceptivos.

Uso erróneo o equivocado de los mismos.

El matrimonio adolescente y el rol tradicional que algunas sociedades todavía asignan a las mujeres.

Estas dos realidades explican por qué Níger, si bien ha ido reduciendo en los últimos veinte años los embarazos de madres adolescentes, todavía mantiene una triste ratio de 200 madres adolescentes por cada 1 000 mujeres. Siin embargo, son países latinoamericanos los que siguen al país subsahariano: Nicaragua, República Dominicana, Guatemala, Honduras o Venezuela mantienen altas cifras que superan el 10 % de mujeres embarazadas en la adolescencia.

Incluso en países como Argentina (55), EE.UU. (33), Canadá (14) o España (11) las cifras son demasiado elevadas pese a las políticas educativas concretas que han permitido reducir el número de embarazos adolescentes en todos estos contextos.

En los países desarrollados, la media de edad a partir de la que se empiezan a tener relaciones sexuales es una de las causas principales, si bien ha sido complicado comprender esto en sociedad y aplicar políticas educativas que enseñen una sexualidad responsable.

Hoy, la educación sexual trabaja en los siguientes escenarios para evitar embarazos adolescentes:

Advierte de los peligros del consumo de drogas y de bebidas alcohólicas en sí mismo y de sus consecuencias: desinhibición, falta de reflexividad, impulsividad, etcétera.

Presión social e idealización del embarazo en la adolescencia como formas de lograr aceptación en sus círculos cercanos (amistades y compañeros y compañeras de clase, principalmente).

Falta de información y difícil acceso a una buena educación sexual, así como desatención o rechazo de los padres para hablar de estos temas de una forma abierta y natural.

Aunque estas son las principales causas, en los países desarrollados también está comprobado que hay algunos indicadores que pueden aumentar el riesgo: un desarrollo sexual temprano, carencias en el núcleo familiar o padres y madres adolescentes, o abusos sexuales y violaciones.

Riesgos del embarazo en la adolescencia

Una vez entendemos cuáles son las principales causas, es importante hacer hincapié en las consecuencias y riesgos que supone un embarazo adolescente. La frase que resume gran parte del problema la redactó la Organización Mundial de la Salud: “la adolescencia es el periodo de vida en el cual el individuo adquiere la capacidad reproductiva, transita los patrones psicológicos de la niñez a la adultez y consolida la independencia socioeconómica”.

En el caso de los embarazos precoces, esta realidad se hace añicos, pero eso no es lo peor: cuanto más joven es la madre, más peligrosa es esta situación: malnutrición, partos prematuros, niños y niñas con trastornos en el desarrollo y malformaciones, así como un 50 % de probabilidades más de morir en las primeras semanas de vida; en la madre: todas las complicaciones médicas del feto en desarrollo también le afectan a nivel físico, pero, además, en muchos casos suponen:

Falta de atención médica por desconocimiento del embarazo.

Riesgo de preeclampsia y eclampsia.

Riesgo de fístula obstétrica, una lesión invisibilizada y con efectos. devastadores sobre la vida de miles de mujeres.

Alta mortalidad de la madre.

Complicaciones debido a los abortos clandestinos, como sepsis o hemorragias graves.

Embarazo unido a enfermedades de transmisión sexual.

Consecuencias del embarazo en la adolescencia

Tanto a nivel psicológico como también social, las consecuencias del embarazo en la adolescencia pueden ser muy graves. Estas son algunas de las que nos encontramos de forma habitual:

Abandono de los estudios: sobre todo dependiendo del contexto y el nivel socioeconómico de la familia.

Abortos: tanto provocados como espontáneos, además de los riesgos de caer en el mercado negro en países donde esta práctica no está legalizada.

Inestabilidad familiar: es frecuente que la relación entre los progenitores no dure mucho y que, al tratarse de adolescentes a cargo de hijos, se desarrolle un ambiente familiar inestable.

Natalidad no controlada: en países en vías de desarrollo, implica tener un mayor número de hijos sin poner medidas de control que eviten esta situación.

Problemas psicológicos: las madres adolescentes a menudo sienten miedo a ser rechazadas, ansiedad y estrés, así como también sufren problemas familiares, rechazo del bebé o desarrollan otros trastornos emocionales de gravedad.

Dependencia: a menudo estas madres están en una situación de necesidad económica y afectiva que le vincula a relaciones familiares disfuncionales y perjudiciales.

Prevención del embarazo en la adolescencia

Muchos de estos obstáculos están hallando respuesta en una necesaria educación en la igualdad de género y en políticas que ayudan a empoderar a las mujeres y sus derechos en la sociedad. De esta manera, se buscael mejor modo de conseguir un cambio en la tradición, el rol social o una mejor situación socioeconómica. La pobreza tiene la misma relación directa en el embarazo adolescente en Bangladesh, Níger o en el 30 % de la población británica de ingresos bajos, salvando las distancias, puesto que una persona en situación de pobreza o exclusión en Reino Unido no sufre las mismas carencias que una persona en situación de pobreza en la India.
Por tanto, algunas de las medidas efectivas con la que podemos fomentar la prevención del embarazo en la adolescencia son las siguientes:


Ofrecer programas de concienciación sobre la prevención del embarazo.

Fomentar una educación sexual en las escuelas que advierta de los riesgos del embarazo en la adolescencia, así como del embarazo unido a enfermedades de transmisión sexual.

Concienciar a nivel familiar la importancia de prevenir estas situaciones, así como   también ayudar a reconocer los síntomas del embarazo en adolescentes, para que puedan ayudar a sus hijas lo antes posible.

Promover empoderar a las mujeres y que aprovechen sus derechos en la sociedad.

Impulsar programas de Salud Pública que puedan ayudar a las adolescentes a prevenir embarazos.

Concienciar y ofrecer diferentes métodos anticonceptivos que permitan evitar los embarazos no deseados en la adolescencia.

Trabajar por un mundo donde se termine con el embarazo en la adolescencia es crear políticas educativas y campañas de concienciación que permitan llevar los recursos anticonceptivos y la información necesaria a cualquier país, entendiendo y dando respuesta a los problemas que se derivan de cada contexto concreto. Con tu ayuda, seguimos luchando por los derechos de las mujeres.