Causas de la sensibilidad dental: ¿Qué es la sensibilidad dental? La sensibilidad dental es un dolor breve, aunque muy agudo y localizado.  Esta dolencia también es conocida como hipersensibilidad dentaria y se produce en un diente concreto o en una zona de la boca que entra en contacto con un estímulo externo. Para ser más exactos, aparece cuando la dentina -parte interna del diente- queda expuesta y entra en contacto con estímulos.

Estos pueden ser térmicos (bebidas o alimentos muy fríos o calientes), químicos (sustancias dulces o ácidas) o táctiles (presión con los dedos, cepillado de dientes, uso de instrumentos odontológicos…).

La dentina está habitualmente protegida por la encía, el cemento radicular y el esmalte del diente. Sin embargo, cuando esa protección natural se pierde y queda expuesta a los estímulos externos, es cuando aparece la sensibilidad dental.

Y es que la dentina está compuesta por miles de tubos microscópicos, denominados túbulos dentinarios. Su función es conectar la parte externa de las piezas con sus terminaciones nerviosas. Por lo tanto, cuando la dentina queda al descubierto, los túbulos permiten que el calor, el frío o los ácidos de los elementos externos mencionados se reflejen en los nervios y células del diente, provocando los síntomas antes descritos.

Causas de la sensibilidad dental: ¿Cuáles son los síntomas de la sensibilidad en los dientes?

El dolor producido por la sensibilidad dental es fácilmente reconocible y, a la vez, muy desagradable para quien lo experimenta. Podríamos decir que sus síntomas y características son los siguientes:

  • Dolor intenso y localizado
  • Responde a una reacción externa
  • Desaparece en cuanto el estímulo deja de tener contacto con el diente o la zona sensible

Si esta sensibilidad excesiva no fuera transitoria y persistiera tras el cese del estímulo externo, o no estuviese muy localizada, es aconsejable acudir cuanto antes a la consulta de tu dentista. Esto se debe a que existiría la posibilidad de que exista algún tipo de enfermedad bucodental y, en dicho caso, tendrías que ser valorado por un odontólogo para que pueda realizar un diagnóstico adecuado.

Causas de la sensibilidad dental

Ahora que hemos explicado el origen de la sensibilidad dental, vamos a detallar las causas por las que la dentina puede quedar expuesta a los estímulos externos.

En la mayoría de ocasiones, esto puede darse debido al estilo de vida y los hábitos de higiene de las personas.

Dicho esto, las causas de los dientes sensibles son las siguientes:

1. Caries

Cuando una caries atraviesa el esmalte y llega hasta la dentina, sentiremos una gran sensibilidad ante los alimentos fríos, calientes o ácidos. En este caso, la solución sería pasaría por realizar un empaste dental tan pronto como advirtamos la caries.

2. Dientes rotos o astillados

Al igual que en el caso de la caries, cuando un diente se rompe, y la fractura alcanza la dentina, aparecerá la sensibilidad dental. Lo ideal sería tratar este problema mediante la colocación de una corona o funda dental.

3. Empastes desgastados

Cuando un diente que ha tenido caries se empasta, puede suceder que con el tiempo el empaste se vea desgastado. Esto sucede debido a un cepillado agresivo o por la erosión causada por productos particularmente ácidos. En esos casos, la dentina vuelve a verse expuesta provocando la sensación de dientes sensibles. Por ello, lo aconsejable es que un dentista revise la obturación antigua para volver a realizarla.

Si tienes dientes sensibles, ciertas actividades, como cepillarte, comer y beber, pueden causar dolor agudo y temporal en los dientes. Los dientes sensibles son típicamente el resultado del desgaste del esmalte dental o de la exposición de las raíces de los dientes. Sin embargo, algunas veces, el malestar dental es causado por otros factores, como una caries, un diente agrietado o astillado, un empaste desgastado o una enfermedad de las encías.

Si te molestan los dientes sensibles, visita al dentista. El médico puede identificar o descartar cualquier causa de fondo de tu dolor dental. Según las circunstancias, el dentista podría recomendar lo siguiente:

Pasta dentífrica desensibilizante. Después de varias aplicaciones, la pasta dental desensibilizante a veces puede ayudar a bloquear el dolor asociado con los dientes sensibles. Hay una variedad de productos de venta libre disponibles. Pregúntale al dentista qué producto podría funcionar mejor para ti.

Fluoruro. El dentista puede aplicar fluoruro en las áreas sensibles de los dientes para fortalecer el esmalte dental y reducir el dolor. También puede sugerir el uso de fluoruro recetado en casa, que se aplica a través de una bandeja personalizada.

Desensibilización o adhesión. Ocasionalmente, las superficies radiculares expuestas pueden ser tratadas aplicando resina adhesiva a las superficies radiculares sensibles. Es posible que se necesite un anestésico local.

Injerto de encía quirúrgico. Si la raíz del diente ha perdido tejido gingival, se puede tomar una pequeña cantidad de tejido gingival de otra parte de la boca y adherirlo al sitio afectado. Esto puede proteger las raíces expuestas y reducir la sensibilidad.

Conducto radicular. Si los dientes sensibles causan dolor severo y otros tratamientos no son efectivos, el dentista podría recomendar un tratamiento de conducto radicular, un procedimiento que se utiliza para tratar problemas en el núcleo blando del diente (pulpa dental). Aunque esto puede parecer un tratamiento significativo, se considera la técnica más exitosa para eliminar la sensibilidad dental.

Causas de la sensibilidad dental

Para evitar la recurrencia de dientes sensibles, cepíllate los dientes dos veces al día con un cepillo de dientes de cerdas suaves y pasta dental con fluoruro, y usa hilo dental todos los días. Realiza movimientos suaves, en lugar de frotar vigorosamente o con fuerza, y evita usar una pasta dental abrasiva. Si rechinas los dientes, pregúntale al dentista acerca de un protector bucal. El rechinar de dientes puede fracturar los dientes y causar sensibilidad.

También puedes considerar tener cuidado al comer o beber alimentos y bebidas ácidas, como bebidas carbonatadas, frutas cítricas y vino; todo lo cual puede eliminar pequeñas cantidades de esmalte dental con el tiempo. Cuando tomes líquidos ácidos, usa una pajita para limitar el contacto con los dientes. Después de comer o beber una sustancia ácida, bebe agua para equilibrar los niveles de ácido en la boca.